‘Estius Simfònics’ regresa al Castillo de Bellver

La buena noticia es que el ciclo de verano de la Simfònica (OSIB), una vez superada la pandemia -aunque sea de momento, a la espera de la séptima ola- regresa al patio de armas del Castillo de Bellver, ausente de esta cita desde el verano de 2020 porque la rigurosa reducción de aforos debido a las severas y restrictivas normas covid del año pasado obligó a desplazar este ciclo de Estitus Simfònics al patio de La Misericordia, aunque supusiera un incremento del presupuesto en tiempos difíciles debido a la logística, si bien como apunta Pablo Mielgo, director titular de la OSIB, «al declararse la pandemia tuvimos claro que nuestra obligación era iniciar actividades en el mismo momento en que las circunstancias lo permitiesen».

A pesar de la espectacular belleza y amplitud del patio de La Misericordia, estaba claro que el Castillo de Bellver era irremplazable y el regreso por lo tanto es una excelente noticia. Entre el 30 de junio y el 12 de agosto se van a celebrar un total de ocho veladas, a las que deben añadirse los conciertos extraordinarios que tendrán lugar en otros escenarios.

El Ayuntamiento de Palma ha vuelto a ceder estas instalaciones y en sus declaraciones el teniente de alcalde de Cultura, Antoni Noguera, reconocía que se trata de «una de las actividades principales de la ciudad durante el verano», lo que viene a ratificar la nula actividad cultural del Ayuntamiento de Palma en los días de estío. ¡Cómo añoramos la febril actividad de Cort en los tiempos del alcalde socialista Ramón Aguiló!

Estius Simfònics, antes de 2015 conocido como el Festival Internacional de Música de Bellver, «vuelve a la normalidad», en palabras del conseller Miquel Company, menorquín él, y por tanto especialmente agradecido de que este año las actividades extraordinarias de Estius Simfònics vengan a coincidir con la primera edición del Concurso Internacional de Canto Joan Pons, cuya final tendrá lugar en la Sala principal del Palacio de Congresos, que por cierto es una de las cuatro veladas extraordinarias programadas.

Parece ser que un centenar de candidatos de 22 nacionalidades se han presentado a un concurso que bien puede competir con Operalia, puesto que Plácido Domingo y Joan Pons en la práctica son de la misma hornada. Destacar que entre los 42 finalistas, que habrán de superar distintas fases antes de llegar a la final, figuran tres vocalistas de Baleares. El número de finalistas se desconoce, porque dependerá del jurado internacional, del que forman parte representantes de las principales catedrales operísticas.

Novedad principal de Estius Simfònics 2022, es el perfume lírico que ha querido darse a la convocatoria, como celebración complementaria de una iniciativa que el tiempo dirá si es determinante en el panorama operístico, con marcado carácter internacional. Como explica Pablo Mielgo, «éste es un acontecimiento tan especial y con una figura emblemática como lo es Joan Pons, que hemos decidido incluir tres galas que se corresponden con tres referencias del canto lírico». Mielgo se refiere a los recitales de los solistas del Festival de Salzburgo (17 de junio en el Trui Teatre), el recital de arias con la soprano Pretty Vende y el tenor Xabier Arduaga en la sala magna del Auditórium de Palma (16 de junio) y en el ciclo del Castillo de Bellver la Gala del Teatro de la Ópera de Zúrich (10 de agosto) e incluso sin olvidarnos de la gran novedad este año que es la versión en concierto, el 3 de agosto, de Lucía de Lammermoor de Gaetano Donizetti y en la que también intervendrá la Coral UIB.

Pero no conviene olvidar que hablamos del ciclo estival de nuestra orquesta de manera que por encima de toda circunstancia debe primar el programa y en esas Pablo Mielgo nos pone sobre aviso: «En el programa destacará uno de los grandes violinistas del momentos, Pinchas Zukerman, que abrirá los Estius Simfònics el 30 de junio con el Concierto de violín y violonchelo de Brahms –interviniendo al cello Amanda Forsyth-, y en la clausura Jan Lisiecki (12 de agosto), que nos deleitará con el Concierto para piano número 4 de Beethoven». Sin dejar de lado, en su opinión, el divertimento Nightmare music con la pareja cómica que forman Igudesman & Joo, a quienes ya vimos en el LVII Festival de Pollença el 11 de agosto de 2018.

En total, ya digo, ocho conciertos programados en el patio de armas y otros cuatro extraordinarios dos de ellos en el Palacio de Congresos (el 5 de julio se reeditará la experiencia de la Petita Simfònica, mientras el 19 de junio se reserva a la gala de finalistas del Concurso Joan Pons), y el resto en el Trui Teatre y el Auditórium de Palma, ambos centrados en arias de ópera.

La logística, es decir, su alto coste, no ha permitido rescatar el patio de La Misericordia, aunque nos congratulamos del regreso al Castillo de Bellver del sinfonismo estival. Su hábitat natural. En definitiva estaremos al tanto de inaugurarse el retorno, el 30 de junio en Bellver, y con la mirada puesta en el Concurso Internacional de Canto Joan Pons, que cuenta con un jurado excepcional. El conseller menorquín anda bien acertado al constatar que «volvemos a la normalidad, al espacio emblemático de Bellver, con gran protagonismo de la lírica y por primera vez programando una ópera en versión concierto. Un mes intenso, con un abanico de obras de lujo».