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Envían a prisión a dos hombres por siete robos en comercios de Son Servera y Sant Llorenç

La Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local de Son Servera, detuvo el 10 de enero a los dos ladrones, de origen colombiano y español

Los robos habían generado gran alarma social entre los vecinos

La Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local de Son Servera, detuvo el pasado 10 de enero a dos hombres, de origen colombiano y español, acusados de cometer siete robos con fuerza en comercios de los municipios mallorquines de Son Servera y Sant Llorenç des Cardassar. Tras pasar a disposición judicial, el magistrado decretó para ambos prisión preventiva.

Según ha informado el Instituto Armado en un comunicado, desde principios de año estaban investigando una serie de robos cometidos en establecimientos comerciales de esas localidades, que habían generado una gran alarma entre los vecinos.

A parecer, los robos se perpetraban de madrugada y el modus operandi era el mismo: los ladrones fracturaban una ventana o la puerta de acceso al comercio y robaban el dinero en efectivo que hubiera en la caja registradora.

La Guardia Civil ha detallado que las primeras sospechas recayeron en un hombre con multitud de antecedentes por hechos similares, que había sido visto por la zona tras cumplir una pena de prisión.

Los investigadores compartieron la información con la Policía Local de Son Servera, cuya actuación fue clave para localizar al sospechoso en un edificio en reforma. Los guardias civiles iniciaron una vigilancia hasta asegurarse de que eran dos personas las que supuestamente cometían los robos y que ambos se encontraban en el interior del inmueble para proceder a la detención, que tuvo lugar en la mañana del pasado 10 de enero.

Un ladrón marroquí muy activo en Inca

Hay que recordar que a mediados de noviembre la Guardia Civil detuvo a un hombre, de 27 años y origen marroquí, acusado de cometer cinco robos con fuerza y un hurto en bares y restaurantes de Inca, en Mallorca.

Durante los meses de octubre y noviembre se habían producido varios robos en la capital del Raiguer, algunos de ellos de madrugada.

El modus operandi del ladrón era el mismo en todos los casos: forzaba puertas o ventanas para acceder al interior cuando los negocios estaban cerrados al público y sustraía dinero en efectivo y aparatos electrónicos.