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La EMT de Palma trae de la península el hidrógeno para sus buses al estar cerrada la planta de Lloseta

Un año después de su inauguración a bombo y plantillo la instalación continúa clausurada por falta de demanda

Armengol asegura que la planta de hidrógeno verde de Lloseta «pone a Baleares en la vanguardia»

Hidrógeno verde: qué es y cómo se consigue en España

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

La EMT de Palma trae de la península el hidrógeno verde para sus autobuses al estar cerrada la planta de la localidad mallorquina de Lloseta por falta de demanda, situación que no subsana la adquisición por, casi cinco millones de euros, de cinco de estos vehículos de transporte público (tres de ellos ya en funcionamiento), por el Ayuntamiento de Palma presidido por el alcalde socialista, José Hila.

Una planta de hidrógeno inaugurada a bombo y platillo hace justo un año por la cúpula del PSOE encabezada por la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, la presidenta del Govern, Francina Armengol, y su vicepresidente de Podemos, el ex juez, Juan Pedro Yllanes.

Tanto Yllanes, Armengol como Hila, fueron los protagonistas la semana pasada de un recorrido de autobombo a bordo de uno de estos tres autobuses de hidrógeno, desde la plaza de Cort hasta el Consolat de Mar. Un paseíllo rodante en el que se dio cita la plana mayor del gobierno municipal como la concejala de Modelo de Ciudad de Més, Neus Truyol; el concejal de Promoción Económica de Podemos, Jordi Vilà; la concejala de Infraestructuras, Angélica Pastor; la de Participación Ciudadana, Claudia Costa; el concejal de Medio Ambiente, Ramon Perpiñán, y hasta el gerente de la EMT, Mateu Marcús.

En declaraciones a los medios, el primer edil Hila aseguraba que «la EMT será el primer cliente de la planta de hidrógeno verde de Lloseta», pero sin afirmar cuando lo sería, dado que esta instalación está cerrada desde hace un año por falta de demanda, y a la espera de que los hoteleros se decidan a utilizarlo en sus establecimientos turísticos.

Yllanes, en la misma línea que Hila, afirmaba que en el hidrógeno verde producido en la planta de Lloseta «jugará un rol importante en el proceso de impulso de la transición energética, y sabemos que servirá de ejemplo a otros territorios insulares», sin dar fecha ni tan siquiera aproximada, para que la planta abastezca a los vehículos de la EMT.

Gasinera de hidrógeno improvisada en las instalaciones de la EMT de Palma.

De hecho, no la hay, tal y como quedó confirmado la semana pasada en el consejo de administración de la EMT, donde la dirección de la compañía presidida por el concejal socialista de Movilidad, Francesc Dalmau, reconocía que se ha improvisado una gasinera de hidrógeno en las instalaciones de la empresa para almacenar el gas procedente de la península, que es transportado allí en camiones, quedando apiladas las bombonas en un remolque. Cuando se acaba se importa más, nunca de Lloseta, sino de la península.

Una situación cuando menos peculiar, si tenemos en cuenta toda la publicidad de autobombo medioambiental que hace un año hicieron los socialistas, con la cerrada planta de Lloseta de la que la propia ministra Ribera llegó a afirmar en su inauguración, que «era una solución para la descarbonización de sectores difíciles de electrificar, como la industria o el transporte pesado, que generará nuevos empleos de calidad, y que con su entrada en funcionamiento, Baleares ganaba soberanía energética donde las energías renovables van a tener un papel determinante».

En total, la EMT ha adquirido cinco autobuses de hidrógeno verde de 12 metros que se licitaron por un importe de 4.832.135 euros que han sido fabricados por la compañía Solaris en la ciudad polaca de Poznan, y cuya recarga en la planta de Lloseta, tendrá que esperar.