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Desahucio salvaje en Mallorca: cambian la cerradura y se quedan con 17.000 euros y las cenizas de su perro

Una de las afectadas tiene un 49% de discapacidad y ha sufrido un impacto emocional muy fuerte

Dos compañeras de piso de la isla de Mallorca han denunciado una presunta irregularidad tras ser expulsadas de la vivienda en la que residieron de alquiler durante doce años. El inmueble, situado en el municipio de Marratxí, cambió recientemente de propietario y, según relatan las afectadas, el proceso derivó en un desahucio abrupto y sin garantías. Los nuevos dueños sustituyeron la cerradura del domicilio y les impidieron recuperar sus pertenencias personales, entre ellas 17.000 euros en efectivo.

Los hechos se remontan a hace dos semanas, cuando ambas mujeres fueron informadas por un banco de que la vivienda en la que vivían había pasado a manos de nuevos propietarios. Poco después, el abogado de estos colocó una nota en la puerta exigiendo que abandonaran el piso. Con el paso de los días, las peticiones se repitieron, adoptando un tono cada vez más intimidante y agresivo.

La situación alcanzó su punto más grave el pasado 12 de diciembre. Ese día, las dos compañeras intentaron acceder a la vivienda y se encontraron con la cerradura cambiada. Nadie les mostró un acta de desahucio ni documentación alguna que acreditara el derecho de los nuevos propietarios a impedirles la entrada.

Dentro del piso permanecían numerosas pertenencias personales, incluida una importante cantidad de dinero en efectivo, que las afectadas sitúan en torno a los 20.000 euros. Cuando solicitaron poder recuperarlas, aseguran haber recibido un trato humillante e intimidatorio; incluso relatan que los nuevos propietarios se burlaron de ellas. Estos se negaron a devolver los objetos y afirmaron, con tono despectivo, que las pertenencias habían sido embargadas.

Lo único que les fue entregado fueron algunas prendas de ropa introducidas en bolsas de basura, así como varios medicamentos pertenecientes a una de las mujeres, que tiene reconocida una discapacidad del 49%. En el interior de la vivienda quedaron muebles, aparatos electrónicos y las cenizas del perro de una de las víctimas, según consta en la denuncia a la que ha tenido acceso OKBALEARES.

Ropa de las afectadas en bolsas de basura.

Según ha podido saber este periódico, el impacto emocional del desahucio ha sido especialmente devastador para la afectada con discapacidad. Según denuncian, llegó a amenazar con arrojarse desde un puente y sufrió ataques de ansiedad de tal intensidad que le impidieron caminar.