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Los comedores escolares de Baleares, los más caros de España

Su precio medio es de 7 euros diarios, superando la media nacional

sólo un 20 por ciento de alumnos de centros públicos utiliza servicio de comedor

Una única empresa gestiona hasta 44 comedores escolares

Disfrutar del comedor escolar con total tranquilidad y sin exclusiones

Los comedores escolares de los centros educativos públicos de Baleares son los más caros de España, con un precio medio de siete euros diarios, costando 4,70 euros el menú más barato y 8,20 euros el más caro, y sin ningún precio por debajo de los seis euros en Ibiza y Menorca.

Además, sólo un 20 por ciento de los alumnos de centros educativos públicos utiliza el servicio de comedor y, de estos, un 87 por ciento reciben ayudas para ello, según recoge un informe diagnóstico de los comedores escolares de Baleares, elaborado por el Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (Cerai), la Asociación de la Producción Agraria Ecológica de Mallorca (Apaema), FAPA Mallorca y Justicia Alimentaria presentado este miércoles en rueda de prensa.

El informe destaca también que sólo seis empresas gestionan el 81 por ciento de los comedores escolares de los centros educativos públicos de Baleares, llegando una única compañía a gestionar hasta 44 comedores escolares.

En este sentido, indican que la elevada concentración de la gestión de los comedores escolares en pocas empresas limita la incorporación de alimentos locales y ecológicos en los menús, debido al modelo de compra de estas compañías para abastecer a todo su volumen de negocio y a la falta de capacidad de los productores locales y ecológicos para atender grandes volúmenes.

Por este motivo, las entidades que han elaborado el informe han extraído como conclusión que sería recomendable facilitar el acceso a las licitaciones a empresas de gestión de comedores escolares más pequeñas y que dentro de los criterios de adjudicación tuviese más peso el impulso de la alimentación saludable y sostenible.

Los firmantes han explicado que este era un requisito que la administración tenía intención de impulsar en 2019, con la implantación del Decreto de promoción de la dieta mediterránea, pero que con la llegada de la pandemia «se ha quedado estancado».

«Salud Pública no tenia capacidad de hacer un seguimiento del decreto con la llegada de la pandemia», han explicado, añadiendo que la administración justificó que con el alza de los precios tras la pandemia priorizó mantener los precios antes que endurecer los criterios para promocionar la producción local y ecológica, ya que, por el momento, estos productos son más caros.

Al respecto, la técnica de Apaema María Antonia Aloy ha apuntado que una manera de introducir producto ecológico y de proximidad sin incrementar los precios es reducir la cantidad de proteína animal de los menús de comedor y cambiarla por verduras y proteína vegetal.

Sin embargo, también ha señalado que el sector productivo ecológico de Mallorca es consciente de que debe enfrentar varios retos para poder ser una opción viable para ser productor de los comedores escolares, como proveer de mayor variedad de productos ecológicos, ya que ha detallado que, por ejemplo, el sector ecológico de Mallorca no tiene todo el año productos como la zanahoria o la patata.

Sobre este tema, la coordinadora de Justicia Alimentaria de Baleares, Núria Llabrés, ha destacado que en Menorca se ha hecho un proyecto piloto con 23 comedores de centros públicos de primaria e infantil en los que se han introducido alimentos producto local y ecológicos sin variar el precio.

Llabrés ha señalado que al principio del proyecto los comedores no llegaban al 10 por ciento de alimentos de proximidad en su menú y tenían sólo un 0,5 por ciento de producto ecológico, y que al acabar el proyecto, los comedores consiguieron incrementar hasta el 65 por ciento su oferta de alimentos locales y hasta un 22 por ciento los productos ecológicos sin variar el precio.

Por último, han pedido que este informe sirva como hoja de ruta para conformar una comisión donde estén integrados las Consellerias de Educación y Formación Profesional, la de Salud y Consumo, la de Agricultura, Pesca y Alimentación, el sector productivo, el de restauración y las familias. El objetivo es poder implementar medidas, herramientas y asesoramientos conjuntos con el objetivo de lograr una alimentación más saludable y sostenible de los alumnos.

Además, han recordado que parte del seguimiento de los comedores escolares y las cafeterías también lo podría hacer la comunidad educativa, como los directores de los centros educativos, los consejos escolares o las asociaciones de familias, una función que, en muchas ocasiones, se desconoce