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BALANCE 2021

Baleares: 400 adolescentes y jóvenes de entre 16 y 25 años pidieron ayuda al Teléfono de la Esperanza

Contactaron a través de las redes sociales y llamaron en un momento de crisis con ideación suicida o conducta de riesgo

La ONG cerró el año pasado con un balance de 5.315 llamadas, de las que 239 fueron por temática suicida

Las llamadas al Teléfono de la Esperanza relacionadas con el suicidio se disparan este año en Baleares

El Teléfono de la Esperanza en Baleares recibió el año pasado alrededor de 400 llamadas de adolescentes y jóvenes de entre 16 y 25 años pidiendo ayuda, la cifra más alta registrada hasta ahora en esta franja de edad.

Según ha explicado esta ONG en un comunicado, estas personas contactaron con ellos a través de las redes sociales y llamaron en un momento de crisis con ideación suicida o factores de conducta de riesgo.

«Nos parece importante detectar y prevenir las ideaciones suicidas. Ofrecer información, hacer una escucha activa y derivar si así lo requiere a los servicios que ofrece la comunidad. No olvidemos que el suicidio es la segunda causa de fallecimiento no natural en estas edades, reiteran desde la entidad.

El Teléfono de la Esperanza cerró 2021 con un balance de 5.315 llamadas, mientras que en 2020 se alcanzaron las 2.956 y en 2019 fueron 1.215. Asimismo, la media de personas que llamaron al día en 2021 fue de 15.

Más ciudadanos de las Islas solicitan ahora ayuda telefónica como consecuencia de la pandemia de covid-19 y los daños en la salud emocional y mental que ha ocasionado, detallan desde esta ONG. Además, el 70% de los llamantes presentaba problemas psicológicos y psiquiátricos.

Otro dato que el Teléfono de la Esperanza destaca es que atendió 239 llamadas por temática suicida el pasado año, lo que supone un aumento de 164 personas en comparación con 2020 -fueron 75- y de 199 en relación a 2019 -fueron 40-. Y asegura que es positivo porque significa que «la gente busca ayuda, reconoce que tiene un problema e intenta afrontarlo».

«Reconocen que tienen un problema y dan otro paso más: pedir ayuda. Son dos pasos importantes que el orientador, durante los 12 o 25 minutos en los casos de temática suicida, aprovecha para motivar a la persona que llama a que haga un cambio en su vida. Y le ofrece ponerle en contacto con la red de servicios si lo requiere», subrayan.

De estos llamantes, diez cometieron el acto suicida en ese momento y la entidad señala que si llaman «es porque se han dado cuenta de que la decisión que han tomado es muy grave y definitiva ante un problema temporal que puede tener solución». Por ello, «actuar a tiempo puede salvar una vida», insisten.

Por otro lado, el Teléfono de la Esperanza destaca las cinco temáticas más habituales que se recogen de los llamantes: el 22,41% se debe a problemas de salud mental, el 11% a la soledad e incomunicación, el 8,92% a la depresión, el 7,23% a trastornos de ansiedad y el 4,7% a problemas familiares.

El 67,39% de los llamantes tiene entre 36 a 65 años y un 13,72 tiene entre 66 y más de 80 años. En estas edades, explica la ONG, manifiestan soledad e incomunicación, principalmente, asociados a problemas de movilidad.

En cuanto al género, el 60,26% de los llamantes son mujeres y el 39,74% son hombres y suelen pedir con más facilidad ayuda las mujeres.