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El Ayuntamiento apagará las luces de la Catedral de Palma a las diez de la noche en plena temporada

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El Ayuntamiento apagará las luces de la catedral de Palma a las diez de la noche en plena temporada turística, dejando a oscuras el monumento más emblemático de la capital balear. Con el colindante Parc de la Mar patas arriba por las obras de renovación del pavimento que se ejecutan en pleno verano y se prolongarán hasta diciembre, desde el lunes por decisión del alcalde de Palma, el socialista José Hila, se apagarán las luces de La Seu a las 22.00 horas, en base al Real Decreto ley de medidas de sostenibilidad económica con el objetivo de reducir el consumo y ahorrar energía.

También quedará a oscuras la fachada del Ayuntamiento en la plaza de Cort y, en cuanto al Castell de Bellver, con conciertos casi cada día en agosto, las luces se apagarán a las 00.00 horas, menos dos días, que mantendrán el horario habitual hasta las 02.30 horas porque las actuaciones finalizarán más tarde. A partir del 9 de septiembre, cuando ya hayan acabado los conciertos, se apagarán a las 22.00 horas también allí. Las fuentes ornamentales ya se apagan actualmente a las 22.00 horas.

Por su parte la dirección General de Energía del Govern balear ha enviado este viernes una instrucción interna con las directrices básicas de ahorro y eficiencia energética en edificios e instalaciones de la CAIB y el sector público instrumental, entre las que incluye que la temperatura del aire acondicionado no sea inferior a 27 grados.

El alumbrado de edificios públicos se deberá mantener apagado desde las 22.00 horas si estos edificios se encuentran desocupados a dicha hora. Por otro lado, las luminarias de las dependencias no ocupadas de forma permanente como almacenes, pasillos, etcétera, deben permanecer apagadas.

En cuanto a los sistemas de climatización que utilizan energías convencionales se establece una limitación de las temperaturas del aire para edificios de uso administrativo y pública concurrencia, de manera que en los recintos calefactados no pueden superarse los 19°C y en los refrigerados no será inferior de 27°C.

La climatización de las dependencias no ocupadas de forma permanente como almacenes, pasillos, etcétera, podrán permanecer paradas o, cuando no sea posible, con temperaturas de consigna menos exigentes que las zonas con ocupación permanente.

El director general de Energía, Pep Malagrava, ha apuntado que se ha elaborado una instrucción que pretende reducir el consumo energético hasta en un 25% «sin perder confort». «Las administraciones públicas, como grandes consumidores, debemos dar ejemplo y ser los primeros en ejecutar esta reducción de consumo, por conciencia climática y para demostrar que podemos vivir y trabajar igual de bien con menos», ha indicado.

Una de las medidas clave, indicó Malagrava, será la vigilancia del coste energético para que cualquier desvío en el consumo se corrija de inmediato.

En cuanto a las instalaciones de iluminación, la instrucción apunta que deben revisarse de forma periódica y recordar a todos los usuarios y al personal de limpieza que las luminarias se paren en horario no laboral y, cuando sea posible, durante las ausencias en el lugar de trabajo, por ejemplo, cuando se hagan visitas externas o durante el tiempo de merendar.

En el plazo de diez días, desde la fecha de publicación de la instrucción, los consellers deben comunicar a la dirección general de Energía y Cambio Climático aquellas personas de su unidad funcional y de los entes que dependan que hayan sido designadas como gestores energéticos locales