El antiguo edificio de Carreteras sigue abandonado y sin un futuro claro pese a la escasez de vivienda
Está levantado sobre un solar que tiene una superficie de 1.490 metros cuadrados y ubicado en pleno centro de Palma
En los últimos 15 años se ha sacado a subasta pública hasta en tres ocasiones, pero siempre con un sonoro fracaso
El Pacte planteó reconvertir el edificio en un centro de acogida para servicios sociales pero actualmente se usa como archivo
El edificio de la antigua sede de Carreteras, situado en la Avenida Gabriel Alomar y Villalonga de Palma y dependiente del Consell de Mallorca, sigue sin tener un futuro claro, tras llevar décadas cerrado y haberse sacado a subasta pública en varias ocasiones sin éxito. Y sigue así a pesar de la emergencia habitacional que sufren los ciudadanos de la capital balear, con escasez de vivienda y precios desorbitados.
Este inmueble, que también ocupa una parte de las calles Miquel Santandreu y Ricard Ankerman, ha tenido que ser tapiado en los últimos años por la presencia de okupas y apuntalado para evitar posibles derrumbes. Vecinos y viandantes ven cómo pasa el tiempo y los políticos siguen sin hallar una solución para el edificio, levantado sobre un solar que tiene una superficie de 1.490 metros cuadrados y ubicado en pleno centro de Palma, a escasos metros de la playa.
Fuentes de la Conselleria insular de Territorio, Movilidad e Infraestructuras, que dirige Fernando Rubio, explican que hace cuatro años, con el Pacte de izquierdas gobernando en la institución, se habló de reconvertir el edificio en un centro de acogida para servicios sociales. No obstante, vieron que se tenía que acometer una obra y una remodelación de tanta envergadura que finalmente la idea fue descartada.
Desde el Consell detallan, asimismo, que se trata de un edificio en el que es muy difícil implantar medidas para evitar barreras arquitectónicas y que actualmente se utiliza como archivo.
Lo cierto es que en los últimos 15 años este inmueble, que tiene cuatro plantas y ofrece muchas posibilidades tanto a inversores como a promotores inmobiliarios, se ha sacado a subasta pública hasta en tres ocasiones, pero siempre con un sonoro fracaso. La primera vez, con Francina Armengol como presidenta del Consell, salió por 10 millones de euros, pero no recibió ninguna oferta.
Cinco años después, en 2014, la popular Maria Salom también lo intentó y esta vez lo sacó a subasta por 5,4 millones, aunque tampoco tuvo éxito porque la crisis había cerrado el grifo del crédito a los promotores. En la legislatura siguiente el Pacte lo volvió a intentar, pero tampoco resultó.
Según el Plan General de Ordenación Urbana de Palma, el edificio que albergaba la antigua sede de Carreteras tiene clasificación de suelo urbano y se le reconocen todos los usos excepto el industrial. El solar tiene una superficie de 1.490 metros cuadrados, de los que 1.100 corresponden a superficie cubierta y 390 a descubierta.
La extensión construida son 2.103 metros cuadrados distribuidos en planta baja (884 metros cuadrados), primer piso (358), segundo (351), tercero (229), cuarto (65) y porche (215), según consta en la ficha técnica del inmueble, que se asienta en plenas Avenidas de Palma, entre las calles Miquel Santandreu y Ricard Ankerman.
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