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Se agudiza la crisis en Vox Baleares: dimite el diputado Agustín Buades pero no abandona su escaño

Deja el grupo parlamentario de Vox y se queda como diputado no adscrito

La salida de Buades no influirá en la moción que se debatirá el martes sobre la salida de Le Senne

Se agudiza la crisis en Vox Baleares: dimite el diputado Agustín Buades pero no abandona su escaño. «Es una decisión mía personal», ha expresado en conversación con Europa Press. Buades ha convocado a los medios a las 10.30 horas para dar explicaciones sobre este paso.

Buades ofrecerá esta mañana una rueda de prensa para explicar su decisión, que ha anunciado minutos antes de la apertura del registro del Parlament. La renuncia la ha formalizado poco después.

Hay que recordar que Buades formó parte del grupo de cinco diputados díscolos que promovió el pasado mes de febrero la expulsión de Gabriel Le Senne del grupo parlamentario Vox y también de la diputada Patricia de las Heras, situación que abrió una crisis en el partido.

En el escrito solicita que se le permita continuar en la Comisión de Asuntos Sociales de la que formaba parte con Vox -es el secretario de la Mesa de la Comisión- y que se le asignen medios materiales para su trabajo como diputado. En concreto, pide «una mesa y lugar de trabajo y adecuado y digno para poder seguir ejerciendo el derecho de representación política».

La salida de Buades deja al Grupo Vox con seis diputados en el Parlament y en un momento crítico: a las puertas de la votación de la moción para apartar de la Presidencia de la Cámara a Gabriel Le Senne, hasta ahora compañero de filas de Buades.

La moción instada por la izquierda a raíz del episodio con la foto de Aurora Picornell necesita forzosamente del  del PP para salir adelante, sin que baste una abstención. La salida de Buades no altera los equilibrios en ese sentido porque una moción de este tipo necesita tres quintas partes de la Cámara.

No obstante, el voto de Buades sí podría cobrar relevancia en otros escenarios; el PP suma 25 diputados, los mismos que toda la izquierda junta; si bien la presidenta Marga Prohens suele contar con el voto del diputado de Formentera, Llorenç Córdoba, y del no adscrito -también exdiputado de Vox- Xisco Cardona.

El debate de la moción para destituir a Le Senne aviva un inicio de curso político agitado por la ruptura de Vox con el PP en las autonomías a cuenta del reparto de menores migrantes. Pese al anuncio de Santiago Abascal en julio, ese cisma no se ha materializado todavía en consecuencias concretas en Baleares, donde Vox no estaba integrado en el Govern sino que le brindaba apoyo externo en virtud de un pacto programático.

La presidenta Prohens defendió en su momento -y mantuvo recientemente- que el pacto que Vox da por roto incluía la presidencia de Le Senne. Esas palabras se han interpretado como una sugerencia de que si Vox rompe el pacto, Le Senne debería dejar la presidencia -de hecho, Prohens dijo que «no se entendería otra cosa»-. No obstante, el PP ha procurado no revelar sus cartas rechazando anticipar cuál será su voto el próximo martes.