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juicio en palma

El acusado de abusar de una anciana en una residencia dice que consumía mucha marihuana y alcohol

"Estaba con depresión sin tratar, fumaba muchos porros, bebía alcohol y tomaba pastillas que cogía de La Bonanova"

Asegura estar "muy arrepentido": "Sólo quiero pedir disculpas a la familia"

La Fiscalía ha rebajado la petición de pena de diez años de cárcel a siete

El joven acusado de abusar sexualmente de una anciana a la que cuidaba mientras trabajaba en la residencia La Bonanova, en Palma, ha justificado, este martes que lo hizo porque «fumaba mucha marihuana y bebía mucho».

El juicio se ha celebrado hoy en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares. Durante el mismo, el hombre, de 27 años en el momento de los hechos, ha asegurado que está de acuerdo con el escrito de la Fiscalía, pero ha matizado que «no tiene muchos recuerdos».

«Recuerdo que llevé a la anciana a la habitación para acostarla, la volteé, le cambié el pañal y empecé a masturbarme», ha descrito a preguntas de la Fiscalía, a la vez que ha señalado la situación personal en la que se encontraba: «Estaba con depresión sin tratar, fumaba muchos porros y bebía alcohol para intentar no estar mal. Además, tomaba pastillas que cogía de La Bonanova», recoge la agencia Europa Press.

Ante cuestiones del abogado de la defensa, el joven ha subrayado que, en aquel momento, vivía con una compañera de trabajo y estaba en una situación personal «muy mala». «Ese día empecé a tomar cervezas antes de ir al trabajo, de camino al mismo me lié un porro y luego me llevé más marihuana para fumar durante el trabajo. Además me mediqué porque no me sentía bien», ha contado.

Al día siguiente de los hechos, el acusado se lo contó a su familia y amigos. «Por cómo me miraban y me decían cosas, decidí que no estaba bien lo que había hecho, así que me ingresaban en un hospital o me quitaba la vida», ha señalado. De hecho, el joven ha indicado que fue a los centros hospitalarios Son Espases y Son Llàtzer para pedir que lo trataran, y ahí fue dónde confesó los hechos. «Pedí disculpas a la víctima y todas las veces que hiciese falta», ha afirmado.

En su declaración final, el joven ha reconocido estar «muy arrepentido» de los hechos y ha añadido: «Sólo quiero pedir disculpas a la familia». Algo que ha confirmado su padre, que ha declarado como testigo en el juicio. El hombre, visiblemente emocionado, ha subrayado que «ahora» lo ve mejor, pero cuándo pasaron los hechos estaba «muy descontrolado y muy nervioso».

La Fiscalía, en las conclusiones finales, ha rebajado la petición de pena de diez años de cárcel a siete para el joven, contratado como auxiliar de enfermería en la residencia. Los hechos juzgados tuvieron lugar el 31 de agosto de 2019, cuando el hombre se dirigió a la habitación de la víctima, de 95 años en aquel momento y que estaba postrada debido a su incapacidad por demencia.

El cuidador, según la Fiscalía, aprovechando que tenía que llevar a cabo las labores diarias de higiene, como el cambio del pañal, se bajó los pantalones y le introdujo el pene por la vagina hasta que fue sorprendido por una compañera.

Precisamente esta compañera ha declarado durante el juicio que lo vio sobre la anciana abusando de ella y se lo dijo a una superior al lunes siguiente. Tanto la médico como la enfermera han admitido que la anciana tenía dañada sus partes y, además, le encontraron restos de semen. Sin embargo, la dirección de La Bonanova no puso el caso en conocimiento de la Justicia porque, según ha señalado una testigo, el trabajador admitió los hechos y fue despedido.

Este hecho ha sido utilizado por el abogado de la defensa para pedir una rebaja de la pena de cárcel a un año y nueve meses de prisión basándose en tres atenuantes, una de ellas la de confesión. «Se inicia el procedimiento por una llamada de Son Espases a la Fiscalía porque el joven lo dice cuándo va al Hospital porque se quería quitar la vida», ha justificado.

Además, ha pedido que se tenga en cuenta la atenuante de adicción a bebidas alcohólicas y drogas tóxicas, así como la de reparación del daño. En el primer caso, el letrado ha recordado que las pruebas periciales confirman que el encausado consumía una media, cada día, de 15 litros de cervezas y diez porros, además de pastillas ansiolíticas. «Era un cóctel molotov, que tenía que explotar y explotó», ha abundado.

En el segundo caso, el abogado ha remarcado que el acusado ya ha consignado 10.000 euros y ha pedido que la responsabilidad civil quede fijada en esa cantidad. Sin embargo, la Fiscalía cifra la cantidad en 30.000 euros, de la que deberá responder la aseguradora o, subsidiariamente, el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), responsable de la residencia.

El juicio ha quedado listo para sentencia.