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El absentismo en la EMT, desbocado por el estrés laboral implantado por Dalmau: un 21,5% en septiembre

Uno de cada 5 conductores no fue a trabajar, triplicando el 7% de bajas que de media hay en España

Los sindicatos lo achacan al mal clima que reina desde que el edil socialista preside la compañía

Ante la falta de empleados, la dirección se ve obligada a recortar los autobuses en circulación

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  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Uno de cada cinco conductores de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Palma estuvo de baja en septiembre, en concreto 142 trabajadores del total de 660 empleados en plantilla con que cuenta esta compañía pública. 

Con estos datos, el índice de absentismo en la empresa liderada por el concejal socialista de Movilidad, Francesc Dalmau, se situó en el 21,5% triplicando la media del 7% que tuvo España en 2020, porcentaje también habitual en esta compañía municipal en años anteriores. 

Como reconocían fuentes sindicales del comité de empresa de la EMT, se trata de una barbaridad. Ante esta situación, dirección y sindicatos, celebraron esta semana una solución para intentar atajar los problemas derivados de esta falta de conductores y poder cubrir las diferentes líneas en servicio. 

Un encuentro que en la práctica se saldó sin resultados, ante la falta de propuestas concretas de la dirección para acabar con el incesante goteo de bajas. Fuentes sindicales calificaron la situación de intolerable por las graves repercusiones que está teniendo este elevado absentismo, dentro y fuera de la empresa.  

La primera consecuencia la padecen los usuarios: en estos momentos hay muchos servicios en diferentes líneas de Palma que no se están cubriendo, sencillamente, porque no hay chóferes suficientes.  

Los sindicatos achacan este alto índice de absentismo al mal clima laboral que reina desde la llegada en 2019 de su actual presidente, el concejal socialista de Movilidad, Francesc Dalmau, al que acusan de exigir a la dirección que ejerza una presión constante sobre los trabajadores. 

Será por ello que las bajas más comunes son las provocadas por crisis de ansiedad y estrés acumulado, que los representantes sindicales atribuyen al recorte de horario impuesto para cubrir cada trayecto de línea.  

Y es que ante la falta de conductores y el recorte consiguiente del número de autobuses en circulación, la dirección de la compañía presidida por Dalmau ha rebajado al máximo el tiempo de trayecto exigido al conductor, para así intentar mantener las frecuencias de servicios establecidas. Pero los kilómetros que hay de una cabecera al final de línea es la misma, con el problema añadido que supone el constante colapso circulatorio que padece el casco urbano de Palma por la política de restricciones a la movilidad impulsada por el propio presidente de la EMT, Francesc Dalmau. 

Un reajuste a la baja en el tiempo de trayecto que incrementa la tensión laboral y origina numerosos problemas de estrés a los conductores, que finalmente optan por darse de baja al no poder soportar esta situación. 

Los que peor se adaptan son los 65 nuevos chóferes incorporados este año, todos ellos procedentes del bolsín habilitado por la compañía para cubrir bajas (140 conductores), al tener una situación contractual eventual.

Otra de las consecuencias derivadas del desorbitado índice de absentismo laboral es que la dirección constantemente deniega las solicitudes para disfrutar de permisos retribuidos y vacaciones atrasadas alegando falta de personal pese a que tiene a su disposición a la mitad de los inscritos en el bolsín. Los más veteranos, con plaza fija, optan finalmente por pedir la baja ante la falta de respuesta de la dirección.