Aragón
ARAGÓN

Sánchez usa al PSOE de Huesca como ariete contra Lambán para hacerse con el control de Aragón

La federación del PSOE del Alto Aragón apoya a Pilar Alegría

Javier Lambán todavía no ha desvelado sus posibles candidatos que puedan relevarlo

La lucha entre Sánchez y Lambán por controlar el PSOE de Aragón se escenifica en los conflictos internos entre la sanchista federación de Huesca y la Ejecutiva regional que aún lidera Javier Lambán. La época de Javier Lambán al frente de la secretaría general de Aragón va llegando a su fin. El icónico barón socialista (desde 2012) no se presentará a las elecciones del próximo año. Si bien todavía hay mucha tela que cortar después de su salida, puesto que su legado podría revalidarse en la figura de su sucesor al frente del partido.

Un escenario que están intentando impedir que se dé a marchas forzadas desde Ferraz, a través de la federación de Huesca, que apoya como candidata a Pilar Alegría. Ahora bien, la pugna entre el PSOE de Huesca y Lambán no es nueva ni viene a raíz del asunto catalanista, como afirmó esta misma semana él mismo.

Tensión desde 2017

La rivalidad cainita en el socialismo aragonés parte desde las primarias de 2017, cuando Lambán se impuso a la favorita de Sánchez, la ex concejala de Zaragoza y actual diputada en las Cortes de Aragón, Carmen Dueso, a quien venció por el 54,23% de los votos. Dueso sólo ganó en la provincia de Huesca, con el impulso del por aquel entonces el presidente de la Diputación, Miguel Gracia, y el apoyo de Santos Cerdán y de Paco Salazar.

Al respecto de Miguel Gracia, hay que advertir que precisamente es senador en sustitución de la también oscense Rosa Serrano, quien dejó este verano el escaño para irse a Bruselas, y que fue impuesta desde Madrid, pese a que la militancia aragonesa apoyó de forma casi unánime a la zaragozana Isabel García, que hubiera revalidado su puesto de eurodiputada.

Un dedazo de Sánchez que encolerizó a la cúpula del PSOE de Lambán por deslegitimar la voluntad popular en Aragón al colocar una candidata de Huesca sin apoyos.

Huesca presiona

En este contexto se entienden mejor las últimas declaraciones pronunciadas esta semana por Lambán: «Por desgracia, lo de los socialistas de Huesca no tiene nada que ver con lo de la financiación ni de interés para la comunidad. Los compañeros de Huesca llevan 7 años intentando acabar conmigo como secretario general. En 2017, con el apoyo de Ferraz, intentaron levantarme la secretaria general, y en estos momentos se mueven exclusivamente por funciones orgánicas de la inminencia de otro congreso», expresó este martes en la Cadena Ser, después de que el lunes el secretario provincial de Huesca, Fernando Sabés, volviese a insistir en que Lambán adelantase las elecciones para elegir un perfil de «consenso». Esto es algo a lo que Lambán se ha negado por activa y por pasiva, y cuya decisión la respalda tanto la federación de Zaragoza, liderada por Juan Antonio Sánchez Quero (actual presidente de la Diputación Provincial), como la federación de Teruel, encabezada por Maite Pérez (portavoz en las Cortes de Aragón). Ambos, junto al joven promesa de la política socialista, Darío Villagrasa, son los tres nombres que más suenan para poder relevar a Lambán, aunque todavía desde sus filas no hayan querido confirmar nada.

Si bien, también esta semana, Sánchez Quero dio pistas de la estrategia que iban a seguir desde la cúpula, al defender que hay que centrarse «en la convocatoria del congreso» a fin de exponer «qué modelo queremos para España».

La financiación de Cataluña

Y es ahí donde la federación sanchista de Huesca tendrá más difícil convencer a las bases de un candidato alineado con la política de Ferraz, en un Aragón que lleva años tolerando las aspiraciones expansionistas del independentismo catalán y que está sufriendo en sus arcas la gestión tanto de María Jesús Montero, al contar con casi 87 millones euros menos para 2025, así como el perjuicio que le ocasionaría asumir la financiación privilegiada para Cataluña, cifrado en unos 233 millones al año.

A lo que hay que recordar el patinazo de Pilar Alegría, que en Aragón quedó en evidencia al comparar este concierto con la insignificante bonificación que reciben Teruel, Soria y Cuenca, precisamente por su situación in extremis de despoblación.

En este sentido, Lambán está jugando muy bien las cartas para dejar allanado el camino a su posible sucesor. La Ejecutiva regional votó por mayoría absoluta a finales de agosto el rechazo al acuerdo entre los socialistas catalanes y Esquerra Republicana (ERC), en una votación a la que se ausentaron los compañeros del Alto Aragón.

En esta línea, a comienzos de esta semana, la organización socialista tomó la decisión de negociar un acuerdo común con todas las formaciones políticas de Aragón después de que el presidente autonómico, Jorge Azcón, tendiera la mano para construir un frente común y lograr así tumbar el cupo catalán.

Fruto de esos acercamientos, el PP, el PAR y el PSOE retiraron todas las mociones sobre financiación autonómica en las instituciones donde las habían registrado, incluidas las Cortes de Aragón, a la espera de escuchar la comparecencia de Azcón sobre este tema para intentar llegar a un acuerdo histórico de todas las formaciones.

El PSOE oscense, a la catalana

Sin embargo, el PSOE de Huesca no acató la directriz y se negó a retirar de la sesión del pleno de la Diputación Provincial la moción sobre financiación autonómica. En este pleno, el diputado provincial Fernando Sánchez Morales apostó por «una reunión bilateral» entre Aragón y Moncloa para negociar una «financiación singular para Aragón» como la que tienen «País Vasco, Cataluña, Navarra y Canarias».

Unas afirmaciones a las antípodas de lo que su propio partido está defendiendo en el resto de Aragón, apoyándose en el principio de solidaridad e igualdad, y apostando por que el lugar para debatir estas cuestiones sea el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, no sólo en una reunión bilateral que contempla el Estatuto de Autonomía de Aragón.

Además, los sanchistas de Huesca defendieron darle protagonismo al «municipalismo» y al «localismo» para negociar un régimen autonómico centrado en las pequeñas instituciones. Algo de lo que precisamente alertó Azcón este viernes, al advertir que esta reforma de la financiación autonómica es «una reforma encubierta de la Constitución» hacia «un Estado confederal».