Andalucía
ASESINATOS EN BARBATE

Prisión para el piloto de la narcolancha que mató a los guardias civiles de Barbate

El Juzgado de Instrucción número 1 de Barbate ha enviado a prisión comunicada sin fianza a Karim El Baqqali, presunto autor del asesinato de dos guardias civiles y las graves lesiones a sus compañeros en el puerto de Barbate (Cádiz) el pasado 9 de febrero.

A su vez, El Baqqali, detenido en la madrugada de este jueves, ha manifestado que todo fue «un accidente» y ha pedido «perdón» en su declaración de este viernes en el juzgado de primera instancia. El acusado ha asegurado ante el magistrado que ha contado «toda la verdad».

«Los enviaron a la muerte»

Los hechos ocurrieron en la noche del 9 de febrero en Barbate, cuando los guardias civiles de Algeciras Miguel Ángel y David tuvieron que echarse al mar junto a otros compañeros por orden del coronel de la Comandancia de Cádiz para expulsar a varias narcolanchas que se estaban refugiando de un temporal en el puerto de Barbate.

El alcalde del citado municipio, Miguel Molina, llamó a la Comandancia de la Guardia Civil en Cádiz para poner en su conocimiento que los narcos estaban utilizando el puerto de Barbate para refugiarse del temporal. En el momento de la llamada, el coronel a cargo de la comandancia -que llevaba sólo un mes en el cargo- se encontraba en el Teatro Manuel de Falla, donde se celebraba la gran final del Carnaval.

«Han entrado unas gomas al puerto», le alertaron en una llamada. En la comandancia acreditan que no hay capacidad de reacción con los medios actuales de la flota, con «las cinco embarcaciones inoperativas», según comunicaron en este momento a OKDIARIO fuentes de la Guardia Civil en la provincia. Ni una patrullera estaba lista para echarse al agua. En el puerto de Algeciras, la situación de la flota no era mucho mejor. Por tanto, se decidió un plan B, movilizando a un capitán que estaba de permiso en ese momento.

Entonces, alertaron al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), con base en Algeciras. Las órdenes trasmitidas desde Cádiz por el coronel llegaron de forma directa y sin margen de interpretación: coged un vehículo de la unidad, cargad una de las zódiacs ligeras e id a Barbate a ver qué está ocurriendo. El objetivo era puramente disuasorio: que las lanchas y sus tripulantes, cuando les vean, huyan. No hay previsión de detenerles ni de incautar las lanchas.

El vehículo llegó a Barbate cuando ya no había un ápice de luz natural. En el puerto seguía la aglomeración de personas, a pesar de temporal, esperando el desenlace de la situación. De las seis lanchas iniciales, cuatro ya se habían ido. Quedaban dos que no tenía intención alguna de marcharse

Los guardias cumplieron sus órdenes y con su zódiac de apenas 6 metros y con un motor de unos 80 caballos se plantaron frente a las narcolanchas de cerca de 5.000 kilos y dos fuerabordas que superaban los 350 caballos.

Tras intentar intimidar a los guardias lanzando la narcolancha contra ellos, los narcos finalmente la embistieron acelerando y destrozaron la embarcación de los guardias. Dos agentes fallecieron en el ataque y otro perdió un brazo.