Andalucía

La negligente gestión socialista hace pagar a los habitantes de Torrox 3,5 millones por un despido ¡en 1990!

Más deudas para los andaluces por la negligente gestión socialista. En esta ocasión, los habitantes de Torrox (Málaga) verán cómo su dinero va a parar al bolsillo de un ex trabajador del Ayuntamiento que fue despedido ¡en 1990! La indemnización: 3,5 millones de euros.

Con este pago, el Ayuntamiento de Torrox pone fin a una deuda histórica con este hombre, que fue despedido en 1990 tres meses de preaviso, tal y como estipulaba su contrato. Una negligencia, que ya entonces fue a parar a los tribunales, tras una tormentosa relación entre el entonces recaudador municipal del consistorio con quien entonces regía el Ayuntamiento, el socialista Ildefonso Mateos, que acusó este ex empleado de abandono de sus funciones entre los años 88 y 89.

«Hay que tener en cuenta que estamos hablando de más el 15% del presupuesto municipal y simplemente por la dejadez de quienes se suponen que administran el dinero de los ciudadanos»

El Ayuntamiento, sin embargo, no compareció cuando fue citado por el Tribunal Supremo, que dio por buena la versión del ex empleado, que llegó a pedir 12 millones de euros. El ahora alcalde del PP, Óscar Medina, ha condenado públicamente las «numerosas pifias que se han cometido» por el socialismo. «Me ha costado firmar la orden de pago», sentenció el alcalde tras recordar que «hay gran cantidad de cosas, especialmente necesarias ahora mismo, que se podrían hacer con este dinero en materia de creación de empleo y calidad de vida para nuestros vecinos, que van a tener que posponerse. No es fácil».

Y es que estos 3,5 millones de euros que saldrán de los ahorros de los ciudadanos del municipio malagueño irán a parar a un ex empleado, según el actual Gobierno municipal, «por la ineptitud de algunos políticos». «Hay que tener en cuenta que estamos hablando de más el 15% del presupuesto municipal y simplemente por la dejadez de quienes se suponen que administran el dinero de los ciudadanos», concluye Medina.