Andalucía
Isa Serra

La izquierda andaluza no ve diferencias entre manifestarse y agredir a policías: «Isa Serra no puede ser castigada»

La portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Isabel Serra, ha sido condenada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) a 19 meses de prisión por liderar unos altercados contra la Policía en un desahucio que tuvo lugar en 2014 en el madrileño barrio de Lavapiés. Sus delitos: atentado a la autoridad, lesiones leves y daños. Sin embargo, para la izquierda de Andalucía esta sentencia «chorrea ideología».

Toni Valero, coordinador de Izquierda Unida Andalucía, ha señalado que «manifestarse para tratar de impedir que una familia sin recursos se quede en la calle no puede ser castigado. Esto no es hacer justicia». Dando a entender a sus seguidores que la condena se debe a defender a una familia, y no a agredir policías, como realmente ha sucedido.

Nacho Molina, de Adelante Andalucía, también defiende a Isa Serra. En su caso cree que «hay sentencias que chorrean ideología» y «condenas que duelen como amenazan».

Ángela Aguilera, portavoz de Adelante Andalucía, condena la sentencia como una «auténtica barbaridad» y considera que es «otro intento infame de criminalizar la protesta». De nuevo, la mujer no se entera. Isa Serra ha sido condenada por agredir a la policía, con delitos de atentado a la autoridad, lesiones leves y daños, y no por manifestarse, como tratan de hacer ver. Pero es que Aguilera sigue con su burda manipulación: «La defensa de derecho a una vivienda digna no puede ser delito».

Condena

El tribunal condena a Serra por un delito de atentado a la autoridad, lesiones leves y daños, aunque queda absuelta de desórdenes públicos. Además, esta alto cargo de Podemos tendrá que pagar una multa de 10 euros diarios a la razón de ocho meses, según dictan los magistrados del tribunal.

En principio, la portavoz no entrará en prisión al no tener antecedentes y ser una pena inferior a los dos años. En todo caso, deberá indemnizar a dos policías por las lesiones causadas: a una agente deberá abonarle la cantidad de 4.850 euros y a otro 400. Además, es inhabilitada al derecho al sufragio pasivo, lo que supone que no podrá votar durante el tiempo que dure la condena.

En el juicio, que se celebró los pasados 12 y 13 de febrero, la diputada regional afirmó que sólo podía entender las acusaciones «en el sentido político» al estar en contra de los duros insultos que la Policía le atribuye.

En la vista oral, la fiscal María de la O Silva mantuvo su solicitud de 23 meses de prisión al considerar acreditado que Serra participó en los altercados. «Fue cruel con la Policía», afirmó entonces el Ministerio Fiscal.

Para sustentar su acusación, se basó en el testimonio de los agentes de la Policía Municipal de Madrid que situaron a la diputada regional como una «de las cabecillas» de los disturbios. En cambio, la defensa cuestionó el valor de los reconocimientos fotográficos de los agentes.

El TSJM concluyó el pasado mes de noviembre su investigación sobre estos hechos que se remontan a la mañana del 31 de enero de 2014. Aquel día, Isa Serra se encontraba junto con otras personas de la plataforma Stop Desahucios en las inmediaciones del cordón de seguridad que establecieron los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Insultos y lanzamiento de objetos

Acabada la diligencia policial, y cuando los vehículos de los agentes se disponían a marcharse, varias personas se enfrentaron a los agentes, profiriendo insultos y lanzando objetos contundentes contra la Policía.

Resultado del lanzamiento de objetos, varios agentes fueron heridos y algunas furgonetas dañadas. Entre otros implicados en estos hechos, Isabel Serra Sánchez fue identificada como una de las personas que insultaba y lanzaba objetos contundentes, así como por llevar la voz cantante de un modo particularmente agresivo, animando a otros a que increpasen a los agentes.

El auto indica que Serra «vejó» a una agente diciéndole: «Eres una cocainómana, mala madre, con todo lo que hemos luchado las mujeres contigo se pierde todo, no te quieren ni tus propios compañeros».