Andalucía
Sucesos

Los huesos de la cueva de Huéscar (Granada) podrían ser de una niña y una mujer desaparecidas hace décadas

Una menor que desapareció en Cúllar en 1983 y una adulta que lo hizo en Huéscar en los 90, ambas vinculadas a un caso abierto

Los huesos hallados en una cueva de la sima del Carrascal, en Huéscar, podrían ser los de una niña y una mujer desaparecidas en 1983 y en la década de los 90, respectivamente, según la Universidad de Granada (UGR). El departamento de antropología forense de la institución educativa se está haciendo cargo del análisis de los restos óseos, encontrados en diciembre de 2023 en la zona de El Chaparral (Granada). Según la UGR, la niña en cuestión desapareció en el municipio vecino de Cúllar, mientras que a la mujer se le perdió el rastro en el mismo municipio de Huéscar.

Por el momento, la universidad granadina sí que ha podido comprobar que los huesos se corresponden, desde el punto de vista genético, con los de una menor y una mujer adulta, tal y como ha confirmado este jueves Pedro Fernández, delegado del Gobierno en Andalucía, durante la apertura del congreso provincial de CCOO en Granada. «Está determinado por toda la trazabilidad que se ha hecho», ha detallado.

El equipo de la UGR que ha trabajado en el Instituto de Medicina Legal de Granada tiene ahora por delante la tarea de investigar lo que científicamente se conoce como «el umbral superior de la data». Se trata de cuántos años, como máximo, habrían pasado desde la desaparición de los restos humanos en cuestión.

Una vez que los científicos puedan comprobarlo, si determinan que datan del periodo de 1983 y de la década de los 90, es decir, las fechas en las que se perdió el rastro de la niña de Cúllar y la mujer de Huéscar, tendrían que contrastar la identidad con los correspondientes análisis de ADN. Es decir, «se pedirá el contraste con los familiares», ha apuntado Fernández, con los que estén vivos y con los que sea posible comparar los resultados.

Ninguno de los casos a los que se hace referencia se llegaron a cerrar. Ambas desaparecidas están vinculadas a una investigación abierta de la Guardia Civil. Por tanto, la Benemérita permanece atenta al informe de los expertos en el que quede reflejado el análisis y, en su caso, el posterior cotejo de ADN.

En cuanto a la instrucción del caso, el Juzgado de Primera Instancia de Huéscar mantiene las diligencias declaradas como secretas. Pese a ello, fuentes judiciales indicaron el pasado mes de septiembre que se «activó una segunda expedición para recuperar todos los restos óseos posibles a fin de realizar análisis más completos que ayuden a la identificación de las víctimas y las circunstancias de las muertes».

Fue un pastor de la zona el que descubrió los huesos en una cueva de difícil acceso situada en la sima del Carrascal, un hallazgo del que se hizo cargo entonces la Asociación Espeleológica Velezana. Tras un primer análisis ocular, comprobaron que los restos óseos no eran de origen prehistórico, como se barajó en un primer momento, por lo que trasladaron la información a la Guardia Civil. El Instituto Armado, a su vez, lo transmitió al Instituto de Medicina Legal de Granada, tras abrir las correspondientes diligencias, para que los sometieran a las pruebas necesarias.