Un grupo de okupas violentos ‘conquista’ un edificio en Coria del Río y amedrenta con machetes a todo el pueblo

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Borja Jiménez

La impunidad con la que se están haciendo fuertes los okupas en toda España llega a su máximo exponente en pueblos como Coria del Río (Sevilla), cuyos vecinos no sólo se enfrentan al problema de los gases tóxicos, sino que también tiene que convivir con un bloque entero okupado por personas violentas que amedrentan al pueblo con machetes y otras armas blancas.

Modesto González (Juntos por Andalucía), alcalde de Coria del Río, no hace absolutamente nada ante los distintos problemas que hacen que un pueblo maravilloso y rico en recursos esté anclado en el siglo XX, e incluso en el XIX. Un grupo de okupas se han hecho por la fuerza con todo un edificio en el centro del pueblo que tiene amedrentadas a todas las urbanizaciones colindantes.

«Los vecinos tienen un grado de desesperación que no saben si abandonar sus casas o enfrentarse a ellos y que haya una matanza»

José Márquez, coordinador de Vox en Coria del Río, explica a OKDIARIO, a varios metros del polémico edificio «por temas de seguridad», que se trata de un bloque «okupado por personas que tienen amedrentado a la gran mayoría de la urbanizaciones que tenemos alrededor». «Los vecinos tienen un grado de desesperación que no saben si abandonar sus casas o enfrentarse a ellos y que haya una matanza», subraya.

«Sin ir más lejos, la semana pasada hubo una pelea enorme entre los vecinos okupas en la que se sacaron machetes, palos, armas blancas… Y tuvo que actuar la Policía. Aquí no se hace absolutamente nada. Como se hacen todas las cosas en Coria del Río: miran para otro lado. No se le da solución a los vecinos», explica Márquez.

Los vecinos, por seguridad, prefieren no hablar ante las cámaras; mientras que los propios okupas, que por supuesto reconocen serlo, tampoco quieren hacer declaraciones.

Gases tóxicos

El municipio sevillano de Coria del Río tiene a toda una barriada infectada con gases tóxicos. 4.000 vecinos, que acusan directamente al alcalde, el nacionalista Modesto González (Juntos por Andalucía) de ser un «genocida», toda vez que el pueblo lleva diez años infectado con gases tóxicos, que han provocado que estas 4.000 personas hayan pasado el coronavirus confinados en sus casas junto a estos gases que, según un informe del Instituto Nacional de Toxicología, del 20 de enero de 2020, afectan gravemente a la salud.

Según este informe, estos gases pueden provocar problemas cardíacos, en el sistema nervioso o disminución de la fertilidad masculina, entre otras muchas cosas. Estas sustancias químicas se pueden oler en prácticamente cualquier punto de esta barriada, incluso en la calle; motivo por el que los vecinos tapan las alcantarillas con felpudos en el exterior, y con cinta aislante todo tipo de agujeros, como desagües.

«Todas las investigaciones apuntan a la gasolinera», explican los vecinos, que afirmas que la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local están siendo en estos momentos sus grandes ‘héroes’, toda vez que «son los únicos que al menos hacen lo que pueden». El alcalde, sin embargo, lleva años callado, como ha hecho cuando OKDIARIO le ha preguntado a qué se deben estos gases.

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