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Todo lo que debes saber de la septicemia

Debido a la reciente y todavía muy presente pandemia global, tanto los medios de comunicación como nuestras conversaciones diarias se han llenado de palabras que hasta ahora parecían tecnicidades sanitarias que solo conocían las personas que, o pertenecen al sector de la medicina o por desgracia cuentan una larga experiencia en hospitales por sus propias condiciones de salud o por las de algún familiar cercano. Una de estas es la septicemia.

Aun así, y debido a ese incremento de noticias y información diaria sobre el área sanitaria, algunos de estos términos se han vuelto, en la actualidad, verdaderamente importantes y necesarios de conocer.

Repasamos el significado y todo lo que engloba la septicemia, para que en caso que solo te suene el concepto, a partir de ahora lo introduzcas en tu vocabulario y puedas con conocimiento de causa si de la oportunidad, así como entender todo lo que se dice alrededor de esta peligrosa reacción del organismo.

La septicemia pues, se trata nada más y nada menos que de la respuesta extrema del organismo ante una infección que resulta potencialmente mortal y puede que últimamente hayas oído hablar del concepto porque ha habido un caso concreto que ha recibido mucha difusión: la lucha de Carlota, una niña española de 4 años que tras sufrir una de estas reacciones extremas, necesita una operación urgente para salvar sus extremidades.

Tratamiento de urgencia

Aunque podría parecer solo una respuesta natural del cuerpo, una septicemia suele comportar una condición médica de riesgo que requiere un tratamiento de urgencia, normalmente con antibióticos o medicamentos vasopresores para contraer los vasos sanguíneos y favorecer el aumento de la presión arterial, aumentando consecuentemente las probabilidades de supervivencia.

Porque efectivamente eso es lo que la septicemia suele causar, una disminución de la presión arterial y la formación de coágulos de sangre en el interior de los órganos.

Esto ocurre porque las citosinas (toxinas producidas por ciertas bacterias), cuya principal labor es ayudar al sistema inmunológico a combatir la infección, provocan que las células liberen sustancias que desencadenan la inflamación que puede causar los problemas arteriales ya mencionados.

Factores de riesgo

Estar embarazada, tener un sistema inmunológico débil o padecer alguna patología como la diabetes o la cirrosis son factores que aumentan el riesgo de aparición de este problema o respuesta del cuerpo, aunque cualquier persona podría padecerla; aun así, lo más común es que la sufran o niños pequeños o personas de edad avanzada.