Moncloa tiembla: la ratificación de los fondos de la UE coincidirá con la campaña electoral alemana

Fondos de la UE
Pedro Sánchez y Ángela Merkel (Foto: EP)
Carlos Cuesta

Moncloa está instalada en el pánico. Gran parte de los planes de Pedro Sánchez pasan por que España reciba los 140.000 millones del rescate europeo. El Tribunal Constitucional alemán suspendió la aprobación definitiva del pago de los fondos de la UE y la resolución final del tribunal coincidirá en el tiempo con un escenario de alta tensión: las elecciones del próximo 26 de septiembre.

Parece el relato de una película. Pero es la realidad de una situación que atormenta al Gobierno de España. Y es que 27.000 millones de euros procedentes de este rescate han sido ya incluidos en las partidas de gasto de los Presupuestos de Pedro Sánchez, sin que esta partida se haya recibido aún. El Tribunal Constitucional alemán resolverá definitivamente el pago o no de los fondos de la UE en un panorama que cualquier político teme. Lo más probable, según los plazos que se han filtrado desde el propio Constitucional alemán, es que la decisión final coincida justo en el calentamiento de las elecciones germanas, en las que la CDU y los socialistas se lo juegan todo.

Este panorama puede generar un fuerte debate difícil de explicar a la opinión pública alemana: los contribuyentes germanos son los pagadores y países como España los cobradores. Casi siempre por la mala gestión de los gobiernos españoles.

Bloqueo

Hace ya más de medio mes que el Tribunal Constitucional alemán bloqueó la ratificación del fondo de recuperación de 800.000 millones de euros con el que la Unión Europea (UE) tiene previsto impulsar la economía tras la pandemia de coronavirus.

Esta situación afecta directamente a los planes presupuestarios de Pedro Sánchez ya que el rescate que espera España se verá retrasado, al menos, entre tres y cinco meses más, hasta que los jueces alemanes tengan un veredicto sobre el fondo de recuperación.

Esta situación ha asestado un duro golpe a los planes presupuestarios de Sánchez, ya que deja en el aire la entrega a España de 140.000 millones de euros, de los cuales hasta 80.000 millones son en forma de transferencias no reembolsables.

Los jueces alemanes no han dado plazos sobre su futuro veredicto, pero sus decisiones sobre asuntos similares se prolongaron más de tres meses en otras ocasiones, de acuerdo con lo que han confirmado fuentes diplomáticas alemanas.

La situación recuerda en muchos aspectos a lo sucedido en el año 2012 con el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). En su momento, el Tribunal Constitucional germano también paralizó el muro de contención anticrisis de unos 700.000 millones de euros propuesto por la UE para paliar la crisis financiera. Finalmente, la máxima instancia jurídica alemana ratificó el mecanismo de financiación impulsando la recuperación de las capitales y los mercados europeos. Pero cada decisión es un mundo. Y ahora, para colmo, el entorno social generará un duro debate preelectoral sobre si los alemanes deben pagar impuestos para ayudar a otros países o no.

En aquel 2012, Grecia, Portugal, España e Irlanda –los PIGS– contuvieron las respiración ante el retraso del rescate financiero. Desde el propio Gobierno de Angela Merkel se lanzaron mensajes de alerta a los jueces alemanes. El férreo ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, lanzó una advertencia al Constitucional de su país ya que la decisión sobre la que iban a debatir los jueces germanos podía poner en serio riesgo a toda la eurozona si el retraso se prolongaba o si el veredicto era negativo.

Ahora, “la tensión electoral puede limitar ese tipo de mensajes. Y es que el partido que se moje en este asunto podrá ser combatido unas semanas después en la campaña electoral y eso, evidentemente, puede afectar a la decisión final”, admite una fuente europea conocedora del esquema de rescate de la UE.

En aquel trance del año 2012, la tensa espera se prolongó durante todo el verano hasta que, finalmente, los ocho jueces que componen el Alto Tribunal de Alemania dieron su veredicto permitiendo el rescate a los países beneficiados el 12 de septiembre de 2012. Eso sí, aunque consideraron que ni el Pacto Fiscal europeo ni el MEDE eran anticonstitucionales, sí que formularon algunas reservas.

Ahora, el Gobierno de Pedro Sánchez contiene la respiración en privado, aunque en público aparente lo contrario. Y es que, a esas alturas del año, es más que probable que ya se haya gastado buena parte del dinero europeo, sin haberlo recibido. Traducido: que se habrá gastado a déficit.

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