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Aprender a comer, una forma infalible de tener una vida saludable

Una alimentación sana y equilibrada es imprescindible para estar bien. Sin embargo, no siempre llevamos una dieta sana y unos hábitos diarios saludables que nos hagan estar sanos y poder prevenir enfermedades o mejorar las patologías que ya tenemos.

Eso, además, unido a que somos cada día una sociedad más sedentaria y con menos actividad física, tanto en adultos como en niños y adolescentes. En muchas ocasiones, además, y a pesar de tener a nuestro alcance alimentos saludables, abusamos de la sobrealimentación y unos malos hábitos alimentarios.

Fruto de todo ello, han aparecido en la sociedad problemas de salud como el sobrepeso y la obesidad, así como todas las patologías que destilan de dicha. En España, según los últimos datos del INE, un 16,5% de hombres de 18 y más años y un 15,5% de mujeres padecen obesidad. En los grupos de edad de 35 a 74 años, la obesidad afecta más a los hombres.

Un escenario que ha provocado la aparición continua de un sinfín de dietas milagro para perder peso que no funcionan y que, además, tienen efectos rebote que llevan a las personas a la frustración permanente al ver que la báscula sigue en el mismo lugar, a pesar de los esfuerzos. Por eso es tan importante que todos, desde pequeños, aprendamos a comer de una forma sana y equilibrada, y entendamos que cada uno de nosotros tenemos una fisionomía diferente que debemos aceptar.

Aprender a comer, estar dispuesto a conocer qué alimentos nos van bien o mal, si tenemos o no alguna intolerancia, y no llevar a cabo dietas sin control y ayuda de profesionales de la nutrición son pilares básicos para un bienestar general. En esta línea trabaja el Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, institución que ha impulsado el programa ‘Aprende a comer’liderado por Belén Fontán, especialista en Nutrición y Dietética del citado centro.

Explica que es importante «instaurar hábitos en nuestra alimentación», ya que «al final es el éxito de cualquier programa nutricional». Detalla que el trabajo de los especialistas «consiste en ir al lado de los pacientes en el camino, personalizar su pauta y, por supuesto, acompañarles en el proceso de aprendizaje para que instalen esos hábitos de estilo saludable en su estilo de vida».

Sobre las llamadas dietas milagro, que hay miles por ahí listas para ser usadas, explica que nada tienen que ver con este programa de alimentación saludable. «Son dietas que nos prometen resultados a corto plazo», pero lo cierto, detalla, es que «debemos intentar tener una visión menos simplista porque, entre otras cosas, debemos tener en cuenta la composición corporal de nuestros pacientes, acompañándoles en el aprendizaje para que no haya un efecto rebote».

Una de las pacientes de Fontán en el Hospital Universitario Ruber Juan Bravo es Miren Ichaso, persona que expone su experiencia personal y los resultados que el programa le ha aportado.

En primer lugar, asegura Ichaso que «siempre mala experiencia con la báscula, siempre ha sido mi enemiga. Desde niña me han dicho que era bueno hacer dieta, comer cinco veces al día, etc. Y también me privaba de comer algunas cosas porque engordaban y muchas veces todo el mundo te da trucos y dietas milagro para llevar a cabo». Eso sí, afirma que a ella «nunca me han funcionado».

Hubo un momento, relata, que tuvo un problema de salud importante: «Me operaron del tiroides y me entró mucho miedo con el asunto hormonal y engordar. Fue entonces cuando me puse en manos de Belén Fontán y conocí este plan. Ha sido la única vez que he visto algo como una opción real para mejorar mi aspecto físico, bajar de peso, y estar sana, que era en ese momento lo que más me preocupaba».

Belén Fontán, especialista en Nutrición y Dietética del Hospital Ruber Juan Bravo.

Tras llevar a cabo el programa de aprender a comer y dejarse asesorar por Fontán, Ichaso señala que ha obtenido unos buenos resultados. «La sorpresa ha sido muy positiva porque he aprendido a comer mejor, entender mi cuerpo y, además, aceptar que lo importante es estar sano, no pesar más o menos».

Explica que le ha ayudado a ver que lo importante «no es hacer dieta», sino de que te ayuden a ver que puedes «comer de todo, que no eres rara si no comes algo en momentos puntuales y que, además, integrar el deporte y adquirir unos hábitos que funcionan. Me anima mucho que me motiven en este camino, con el tiempo se ve el resultado».