ZP y Bono maniobraron para echar a Sánchez: propusieron a Madina que se presentara a las primarias

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El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero con el expresidente del Congreso, José Bono. (Foto: Getty)

El ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el ex ministro José Bono apostaron por un nuevo candidato socialista de cara a estas elecciones del 26J: Eduardo Madina. La investidura fallida del secretario general, Pedro Sánchez, fue la gota que colmó el vaso para que un sector crítico del partido reaccionase. “No podemos acudir con el mismo candidato a los comicios”, comentaron en un café próximo al Congreso tras el segundo ‘no’ a Sánchez.

Las ‘tertulias de café’ han sido habituales estos meses atrás entre algunos dirigentes preocupados por el futuro del partido. En algunas de estas citas se ha podido ver al ex presidente Zapatero con el ex ministro José Bono o al ex vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba con la eurodiputada Elena Valenciano y el ex diputado Eduardo Madina conversando preocupados por evitar la fuga de votos el 26J.

Sánchez obtuvo en los últimos comicios (20D) el peor resultado de la historia del partido con 90 diputados y piensan que “se ha quemado” durante la etapa de negociaciones para formar gobierno. Por ello, Zapatero y Bono consideraron que debía de ser el tiempo de Eduardo Madina, en su día candidato frente a Sánchez que aspiró a ganar la Secretaría General. Zapatero se siente defraudado por el líder socialista y en confianza muestra su arrepentimiento por no haber avalado hasta el final a Madina. Lo hizo con unas declaraciones al principio de la pugna pero finalmente arropó a Sánchez como otros dirigentes fuertes del partido.

Hace dos semanas, el expresidente estuvo dispuesto a intentar remediarlo animando, junto a su amigo Bono, a Madina para que se presentara a las primarias del 14 de mayo y liderase la nueva etapa socialista. Le llamaron por teléfono en numerosas ocasiones reconociendo que podían conseguir más de los 9.450 avales que Sánchez pedía reunir en una semana. Sin embargo, el exdiputado no quiso entrar en la pugna y evitó abrir un nuevo conflicto con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. La lideresa no quiso presentarse a las primarias porque se reserva para el congreso que tendrá lugar tras las elecciones, en caso de debacle interna. Díaz interpretó el gesto de compromiso de Madina y semanas después tuvieron un encuentro “agradable” que la lideresa tuvo que hacer público tras ser ‘cazados’ por la prensa.

Si, como todo apunta, el PSOE se lleva un varapalo en las urnas, Sánchez no podrá aguantar mucho más al frente del partido. Será cuando este sector crítico, ahora silente y en espera, se manifieste y pida su dimisión junto a la creación de una nueva gestora que dirija los pasos hacia un nuevo Congreso Federal. Éste sería el último tren para Díaz y ella lo sabe. De esta manera, el partido afrontaría las negociaciones para formar gobierno con un nuevo líder al frente. Algunos, incluso, no ven desmedido que la formación se tome un tiempo en la oposición permitiendo, mediante la abstención, un gobierno del PP con apoyo de Ciudadanos que diera un respiro a los socialistas en la oposición para “rearmar” sus filas.

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