Viajes

Vigilando los mares y el sueño desde faros noruegos

Los faros siempre han llamado la atención. En la costa, solitarios, velan por la seguridad de los navíos. Miles de historias se han contado sobre ellos y sus habitantes. Cada vez quedan menos por los avances tecnológicos, pero aún es posible paladearlos. De hecho, en Noruega es posible dormir en algunos. Ya saben nuestros lectores, que siempre se puede dormir en sitios extraños.

Faros donde dormir

El Faro de Kräkenes en Vägsoy, en la costa occidental de Noruega, parece más a una simple casa de madera blanca con vistas al Atlántico. Dispone de una suite nupcial con tres habitaciones en la planta superior y cinco habitaciones dobles, más el faro. Por si fuera poco la vista desde aquí, el viajero puede hacer excursiones por los alrededores.

En el Littleisland Faro el viajero sentirá la sensación de estar en su propia isla. Tiene dos habitaciones dobles con vistas a las islas Lofoten y el mar. Eso sí, el faro sigue haciendo su trabajo sin molestar al viajero.

El slettnes faro, llamado también del fin del mundo, es el más septentrional de todos faros del continente europeo. Se encuentra a pocos kilómetros de la localidad de Gamvik. La zona está muy poco poblada: se compone de varias aldeas pequeñas y con poca población. El paisaje está barrido por los vientos y es posible observar una vasta llanura costera y reserva natural de muchas especies de aves.

De hecho, cada estación del año tiene un encanto diferente. Mientras que en invierno parece que no hay vida bajo las luces del norte y los fríos polares. En primavera y otoño el escenario cambia y se llena de especies raras de ave; más que un cualquier parte del mundo. Asimismo, en verano se llena de vida tanto en el agua como en la espesura. Una visita a Slettnes Nature Reserve será una experiencia para no olvidar.