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El tesoro oculto de Aragón: este santuario medieval está incrustado en una montaña y rodeado de águilas

El Santuario de la Virgen de la Peña de Aniés, ubicado en la comarca de La Hoya, Huesca, es un conjunto religioso medieval rodeado de naturaleza y fauna impresionante de Aragón. Situado en una montaña y accesible solo a pie, este santuario brinda unas vistas panorámicas excepcionales del paisaje aragonés y está rodeado de aves como el quebrantahuesos o el águila real.

Con una historia que se remonta a siglos pasados, este lugar de culto sigue siendo un sitio de peregrinación y devoción en Aragón.

Un santuario medieval en Aragón incrustado en la montaña

El Santuario de la Virgen de la Peña de Aniés se encuentra en el municipio de La Sotonera, en la provincia de Huesca, rodeado de los ríos Riel y Sotón.

Este santuario, como muchos otros en España, tiene su origen en el hallazgo de una virgen en una cueva, lo que llevó a la creación de un lugar de culto que perduró durante siglos.

Aún hoy, sigue siendo el destino de numerosas romerías, atrayendo tanto a devotos como a amantes de la historia y la naturaleza.

El lugar no solo destaca por su valor espiritual, sino también por su ubicación singular, enclavado en una montaña y rodeado de imponentes paisajes naturales. Los visitantes deben recorrer un sendero que comienza en el pueblo de Aniés, una ruta accesible para la mayoría, aunque con un último tramo empinado que requiere algo más de esfuerzo.

Acceso y características del santuario de la Virgen de la Peña de Aniés

El acceso a este santuario medieval en Aragón es únicamente a pie, a través de un camino que ofrece una experiencia única entre montañas y bosques.

El trayecto se inicia en Aniés, donde una senda lleva directamente al santuario, aunque en su último tramo la inclinación es considerable.

A pesar de ello, el esfuerzo se ve recompensado con vistas espectaculares de la comarca de La Hoya de Huesca, un paisaje que parece sacado de un cuadro.

El santuario está compuesto por la ermita y la casa del santero, ambas construcciones integradas en la roca. La ermita, cuyos orígenes se remontan a la época romana, fue ampliada en el siglo XIII, lo que la convierte en un ejemplo fascinante de la arquitectura religiosa medieval aragonesa. Junto a la ermita, hay pequeñas construcciones, como un pozo y una escalera tallada en la roca que facilita el acceso a los visitantes.

Una ruta ornitológica de gran valor natural en Aragón

Este santuario medieval en Aragón no solo es un punto de interés histórico, sino también un lugar privilegiado para el avistamiento de aves. La zona es un destino destacado para los amantes de la ornitología.

Diversas especies, entre ellas el águila real, el quebrantahuesos, el halcón peregrino y el buitre leonado, encuentran en este rincón del Prepirineo un refugio perfecto.

Un cartel informativo a lo largo de la ruta hacia el santuario detalla las especies que pueden observarse, lo que convierte el sendero en un recorrido ornitológico ideal para quienes disfrutan de la fauna autóctona.

En especial, las rapaces son protagonistas de este paisaje, con el santuario encaramado en una montaña que bien podría parecer un nido de águilas por su ubicación y altura.

Historia y leyendas del santuario de la Virgen de la Peña de Aniés

El origen de este santuario medieval en Aragón está envuelto en leyendas y relatos históricos que datan de siglos atrás. Según la tradición, la imagen de la Virgen fue hallada por un caballero militar de Loarre mientras cazaba en las montañas cercanas.

Su halcón, persiguiendo a una perdiz, se adentró en una cueva y al no regresar, el caballero envió a un criado atado con una soga a recuperar al ave. En el interior de la cueva, el criado no solo encontró al halcón y la perdiz, sino también la imagen de la Virgen, que posteriormente fue trasladada a la ermita.

La imagen de la Virgen que se encuentra en el santuario es una escultura de madera, de aproximadamente un metro de altura, con el Niño Jesús en su brazo izquierdo y una manzana en la mano derecha. Esta representación sigue siendo objeto de veneración, especialmente durante las romerías que se celebran anualmente.