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El secreto mejor guardado está dentro de una cala: el pueblo medieval que ha conquistado a grandes estrellas

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La Costa Brava, con sus más de 200 kilómetros de litoral en la provincia Gerona, ofrece una experiencia diversa y enriquecedora a partes iguales. Desde el pintoresco municipio de Cadaqués, famoso por su conexión con Salvador Dalí, hasta la histórica Roses con su Ciudadela renacentista y calas en el Parque Natural Cabo de Creus, cada localidad tiene un encanto único. En el interior, destacan pueblos medievales como Pals y Begur, que fascinan con sus calles empedradas y castillos cuyo origen se remonta a varios siglos atrás. Calella de Palafrugell destaca por su tranquilidad y atractivos naturales, como el jardín botánico, mientras que Palamós ofrece una inmersión en la cultura pesquera y la oportunidad de degustar la famosa gamba roja.

Tossa de Mar, con casco antiguo amurallado, ofrece un ambiente relajante y pintoresco, mientras que Lloret de Mar y Blanes aportan una combinación de turismo activo y cultural, con lugares de interés como los Jardines de Santa Clotilde. Para completar la visita, no te pierdas las playas icónicas de la región, como Cala Sa Boadella o Cala Pol, cada una de las cuales ofrece una experiencia única, desde arenales extensos hasta calas escondidas.

Tossa de Mar

Durante los meses de verano, Tossa de Mar es uno de los destinos favoritos por quienes buscan combinar naturaleza, historia y playa. Éste pintoresco pueblo costero de Gerona, situado a poco más de una hora en coche desde Barcelona, destaca por su encanto bohemio y su entorno histórico, enmarcado por murallas medievales que han sido declaradas Monumento Histórico-Artístico Nacional.

El principal atractivo de Tossa de Mar radica en su casco antiguo, en perfecto estado de conservación, donde los visitantes sienten que han hecho un viaje en el tiempo por la magia de sus edificios históricos. La belleza del lugar también ha capturado la atención de conocidas estrellas de Hollywood como Ava Gardner y Frank Sinatra, quienes encontraron en este rincón de la Costa Brava un lugar digno de su fascinación. Entre los elementos arquitectónicos notables se encuentran los cuatro torreones y el recinto amurallado de Vila Vella, que añaden un toque de historia a la belleza natural de la localidad.

Las playas y calas de Tossa de Mar son otro de sus grandes atractivos. La Cala Giverola, en particular, destaca por su belleza, habiendo sido elegida como escenario de películas internacionales como «Pandora» y «El holandés errante».  Esta localidad también se distingue por su oferta cultural y gastronómica. Los restaurantes locales ofrecen mariscos frescos y auténticos sabores mediterráneos.

Qué ver

Desde la época romana, Tossa ha sido un enclave importante. La villa romana de los Ametllers, un yacimiento del siglo I-IV d.C. que revela restos de una gran casa dedicada al cultivo de la vid y la exportación de vino. Descubierta en 1914, la villa destaca por sus mosaicos bien conservados y una inscripción del primer nombre romano de la localidad, «Turissa».

Además de sus vestigios romanos, Tossa de Mar alberga secretos modernistas. El edificio Casa Sans, con su arquitectura modernista y vistas al mar, es ahora un hotel boutique con una terraza panorámica. Sus vidrieras y serigrafías añaden un toque distintivo a esta joya arquitectónica.

El emblemático recinto amurallado, construido entre los siglos XII y XIV, era una defensa contra los piratas. Hoy, las murallas y cañones son un encantador recordatorio de su pasado, mientras que sus calles empedradas y vistas al Mediterráneo ofrecen una experiencia encantadora.

Un toque de glamour hollywoodense se encuentra en la estatua de Ava Gardner, ubicada en una plazoleta con vistas impresionantes. En 1951, Tossa fue escenario de la película «Pandora y el holandés errante», atrayendo a celebridades y paparazzis.

Para los amantes del senderismo, Tossa ofrece rutas entre bosques y acantilados. El Camino de Ronda lleva a calas como Cala Bona, Cala Pola y Cala Giverola, ideales para quienes buscan belleza natural y deportes acuáticos. Además, el Faro de Tossa, inaugurado en 1919, proporciona vistas panorámicas del mar y alberga el Centro de Interpretación de Faros del Mediterráneo.

Las mejores playas

Cala Pola, una de las más famosas, destaca por su arena gruesa y aguas cristalinas. Se puede llegar a pie por el camino de ronda, en coche o en barco, y cuenta con un pequeño restaurante y servicios familiares.

Cala Bona, a sólo dos kilómetros del centro, ofrece aguas turquesas y un chiringuito familiar con cocina mediterránea. Para llegar hasta ella, lo mejor es ir a pie o en barco.

Cala del Reig, pequeña y rocosa, se encuentra entre Playa Grade y Mar Menuda. Ofrece vistas al recinto amurallado y se accede por una escalera de piedra.

Cala Futadera, al norte de Tossa de Mar, es ideal para quienes buscan un lugar más aislado. El acceso es algo complicado, ya que hay que bajar 300 escalones, así que es un lugar muy tranquilo.

¿Te animas a visitar éste precioso pueblo medieval a orillas del Mediterráneo con tu familia este verano?