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Todos piensan en Silos o el Escorial, pero el monasterio más antiguo de España es aragonés y se levantó hace 15 siglos

En el Pirineo aragonés se encuentra un complejo que, según los datos recogidos hasta el momento, podría ser el monasterio más antiguo del país. La fundación de este histórico edificio aragonés se asocia a los primeros siglos del cristianismo y a una comunidad que logró mantenerse viva a lo largo de los siglos pese a invasiones, reformas y periodos de abandono.

Este lugar fue durante generaciones un centro espiritual, político y económico de enorme influencia. En sus muros se fraguaron alianzas reales, se impulsaron reformas religiosas y se conservan testimonios arquitectónicos de distintas épocas que muestran la evolución del monacato en la península.

¿Cuál es el monasterio más antiguo de España y en qué parte de Aragón se encuentra?

A los pies de la Peña Montañesa, en la comarca de Sobrarbe (Huesca), se levanta el Real Monasterio de San Victorián, considerado por las estadísticas como el monasterio más antiguo de España.

Su origen se sitúa en el siglo VI, durante la época visigoda, cuando existía bajo el nombre de San Martín de Asán. Con el paso del tiempo, se transformó en un referente espiritual y cultural para todo el norte peninsular.

El obispo Fortunato ya mencionaba en sus escritos la existencia del lugar, dirigido entonces por un abad que gobernó durante doce lustros. Tras su destrucción por los sarracenos, el monasterio fue reconstruido por Sancho el Mayor de Navarra, quien introdujo la regla benedictina. Desde entonces, su papel en la consolidación del Reino de Aragón fue decisivo.

En sus dependencias se reunieron Ramiro el Monje y Ramón Berenguer IV para sellar los esponsales con doña Petronila, alianza que originaría la Corona de Aragón. Además, el monasterio ejerció jurisdicción sobre más de cincuenta pueblos y se convirtió en panteón de varios monarcas.

De su esplendor medieval al declive tras la desamortización: la historia de San Victorián

Durante la Edad Media, el monasterio de San Victorián alcanzó un poder notable. Su abad recibía el privilegio de la Mitra, lo que le permitía depender directamente del Papa en lo eclesiástico y del Rey en lo civil. Este estatus reforzó su autonomía y su papel de autoridad sobre los territorios vecinos.

Con las reformas de Felipe II, el monasterio perdió parte de sus bienes y su influencia. Aun así, siguió recibiendo apoyo real y continuó siendo un centro religioso destacado hasta el siglo XIX. La desamortización de Mendizábal supuso un punto de inflexión: sus propiedades pasaron al Estado y el conjunto entró en una fase de abandono.

Durante años, piezas artísticas, retablos y objetos litúrgicos fueron repartidos por las iglesias del entorno. La sillería del coro se trasladó a Boltaña, el retablo principal a Barbastro y otros elementos a Latorrecilla. A partir de entonces, el monasterio inició un lento proceso de deterioro que se prolongó durante generaciones.

El valor histórico y arquitectónico del monasterio más antiguo de España

El conjunto conserva restos de distintas épocas, desde trazos medievales hasta estructuras del siglo XVI. La iglesia, el claustro, la casa abacial y la hospedería forman parte de un recinto amurallado con muros de hasta seis metros de altura.

Su disposición refleja la organización tradicional de los monasterios benedictinos, con espacios dedicados al rezo, la producción agrícola y la vida comunitaria.

A finales del siglo XX, el Ministerio de Cultura impulsó la restauración del monasterio más antiguo con una inversión de unos 200 millones de pesetas.

Posteriormente, el Gobierno de Aragón y la Diócesis de Barbastro-Monzón continuaron los trabajos, centrados en la rehabilitación de la iglesia, el claustro y la torre campanario. Desde 2002, el conjunto está declarado Bien de Interés Cultural.

Entre 2009 y 2018 se consolidaron las cubiertas, el refectorio, la biblioteca y parte de la muralla. En 2021, las obras se retomaron en el palacio abacial, reforzando el compromiso institucional con su preservación.

Información práctica para visitar el Monasterio de San Victorián

El Real Monasterio de San Victorián está abierto al público con visitas guiadas que permiten recorrer sus principales estancias: la iglesia, el claustro, la torre, la biblioteca, la cripta y el antiguo cementerio.

Estas visitas se realizan los viernes, sábados y domingos, a las 11:00 y 13:00 horas, con entradas de 3 € para adultos y 1,5 € para niños de entre ocho y doce años.

El acceso puede realizarse desde Laspuña o desde Aínsa, atravesando carreteras que ofrecen vistas a la Sierra Ferrera y al valle de Sobrarbe. No se requiere reserva previa, aunque se recomienda puntualidad, ya que las puertas permanecen cerradas durante el recorrido.