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La escapada ideal: encuentra la paz y la tranquilidad en esta playa idílica

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cala Macarella, a sólo 14 kilómetros de Ciudadella, es una de las playas más icónicas de Menorca. Rodeada por altos acantilados y pinares, forma parte del Área Natural de Especial Interés del sur de la isla. Aunque en los años 70 fue un refugio hippie, hoy en día ha perdido su espíritu salvaje y es un popular destino turístico, protegido del desarrollo urbano gracias a la movilización ciudadana. Se puede acceder a pie en aproximadamente media hora o, fuera de temporada alta, en coche hasta un parking cercano.

Cerca de Macarella se encuentra su hermana pequeña, Macarelleta, conocida por su sistema dunar y como playa naturista. Ambas calas ofrecen vistas espectaculares y aguas cristalinas ideales para el buceo. Los más aventureros pueden explorar una cueva submarina situada en el acantilado izquierdo de Macarella, mientras que un camino en el extremo oeste conecta las dos playas en solo 10 minutos. También se puede alquilar un kayak para cruzar de una cala a otra, disfrutando de las hermosas aguas turquesas que las caracterizan.

Cala Macarella, la joya de Menorca

Cala Macarella es una de las playas más espectaculares de Menorca, conocida por sus aguas cristalinas y arena blanca. Está flanqueada por paredes de roca caliza de hasta 30 metros de altura que históricamente se han utilizado como refugios.

Cómo llegar

Acceder a esta cala es más sencillo que a otras calas escondidas de la isla, y se puede llegar en autobús, a pie o en coche, aunque las opciones varían en función de la temporada.

Durante el verano, el acceso en coche está prohibido, pero es posible llegar en autobús desde Ciudadella, un trayecto que dura unos 30 minutos, seguido de una corta caminata de 10 minutos.

Otra opción es caminar desde Cala Galdana, en un recorrido de 30 a 40 minutos por un sendero rodeado de pinos. Este paseo forma parte del Camí de Cavalls, un sendero que circunda la isla y que ofrece unas vistas espectaculares del mar Mediterráneo. Para los más aventureros, se puede llegar en kayak desde Cala Galdana, lo que permite disfrutar de la costa desde una perspectiva diferente.

Para los más valientes, es posible nadar hasta Cala Macarelleta, una cala vecina conocida por ser un lugar nudista. Ambas calas ofrecen un entorno natural único, con opciones para disfrutar de la naturaleza, la tranquilidad y la aventura.

Qué ver en la isla

Menorca, declarada Reserva de la Biosfera desde el año 1993, destaca por su rica biodiversidad mediterránea y su compromiso con la sostenibilidad. La isla, famosa por sus calas de arena blanca y aguas turquesas, ofrece un entorno natural inigualable. Desde playas vírgenes hasta paisajes marinos excepcionales, Menorca promete unas vacaciones de ensueño con una mezcla perfecta de belleza natural y patrimonio cultural.

Entre las calas más destacadas se encuentra Cala Galdana, ideal para familias con sus servicios completos, incluyendo alquiler de hamacas, chiringuitos y actividades acuáticas. Cerca se encuentra Cala Mitjana, un refugio tranquilo rodeado de pinares y acantilados, perfecta para quienes buscan desconectar y disfrutar de la naturaleza virgen.

Por otro lado, Cala Turqueta y Cala Macarella ofrecen aguas cristalinas y paisajes espectaculares. Cala Turqueta es conocida por su intenso azul y el espacio limitado, mientras que Cala Macarella, con su encanto natural y pocos servicios, se complementa con la cercana Cala Macarelleta, ideal para el nudismo.

En la costa norte, Playa de Cavalleria destaca por su tamaño y arena dorada rojiza, siendo ideal para el buceo y la exploración de su sistema dunar. A poca distancia, Cala Roja ofrece un entorno más protegido y menos frecuentado. Cala Pregonda, con su arena rojiza y paisajes vírgenes, es otro rincón salvaje y especial para quienes buscan tranquilidad y belleza única.

En el noroeste de Menorca, Cala Morell ofrece aguas transparentes y es uno de los mejores lugares para practicar snorkel. A pesar de su pequeño tamaño, el entorno natural es impresionante, con rocas que crean un hábitat marino vibrante. Además, Cales Coves, cerca de Alayor, es conocida por sus cuevas prehistóricas y es ideal para disfrutar del mar en pequeñas embarcaciones.

Menorca también ofrece encantadores pueblos y localidades. Ciudadella, con su casco histórico medieval, es ideal para pasear y explorar su puerto, la Plaza des Born y la Catedral de Santa María. Mahón, la capital, destaca por su puerto natural, su arquitectura británica y el Teatro Principal, el auditorio de ópera más antiguo de España.

Binibeca, un pintoresco pueblo de pescadores cercano a Mahón, es perfecto para relajarse en un ambiente bohemio y disfrutar de su arquitectura blanca. Finalmente, Son Bou, la playa más extensa de Menorca, combina su gran arena y agua transparente con servicios para familias y acceso a monumentos históricos como la Basílica Paleocristiana y la Torre d’en Galmés.

Con sus calas paradisíacas, su patrimonio cultural y su rica biodiversidad, Menorca se presenta como un destino ideal para unas vacaciones inolvidables.