Instagram: Cristina Pedroche presume de bañera y cuerpo con una copa de vino

• Gemma Meca
• Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.
• • 26/04/2020 11:30
  • Actualizado: 04/04/2024 08:57

El plan de Cristina Pedroche para un sábado por la noche de confinamiento ha sido uno de los más comentados en Instagram. En tiempos de coronavirus la colaboradora se vuelve a desnudar para exponerse al máximo en su casa. Una bañera de grandes dimensiones con función de hidromasaje alegra la cuarentena a más de uno. Después de un duro día de actividad en las redes sociales, Pedroche se rinde ante los lujos de su casa para compartirlo con sus seguidores.

Un desnudo en una bañera de lujo con la copa en la mano

Los días de cuarentena en casa de Cristina Pedroche y David Muñoz son de lo más entretenidos. Ambos disfrutan de sus respectivas aficiones, el yoga y la comida se funden para dar lugar a una actividad frenética en una casa de lujo. La cocina de David, como no podía ser de otra manera, es impresionante, pero la bañera de Pedroche no se queda atrás.

Ese baño relajante ha sido de los más comentados en Instagram. No todo el mundo puede permitirse una bañera como la de la presentadora de las campanadas. La imagen rodeada de espuma con la copa de vino en la mano ha desatado una serie de comentarios. La ecologista Pedroche recibe algunas indirectas: “Espero que el agua sea reciclada de lavar los platos” o “Traje de noche vieja?”

Algunos comentarios con cierto sentido del humor que seguro que Cristina Pedroche podrá disfrutarlos. La reina de las campanadas no puede evitar que cada desnudo lo relacionen con ese momento del año tan esperado. Este año 2020 tendrá que esforzarse al máximo para conseguir dejar atrás un año terrible en muchos aspectos. Aunque también habrá tenido sus momentos para el recuerdo, como esos días eternos en casa disfrutando de una bañera o una ducha un poco más larga de lo habitual.