Vaio lanza su primer móvil con Windows 10 y Continumm

Hace unos días criticábamos la tibia apuesta de Microsoft en el terreno de los móviles con tan sólo dos terminales de gama alta, los Lumia 950, que ni siquiera habían alcanzado el protagonismo esperado que hace sin duda falta para reimpulsar Windows 10 para smartphones. Sin embargo, es posible que Microsoft haya estado trabajando en otro enfoque, el de su ecosistema de fabricantes, y tenga algún que otro as en la manga para esta temporada. Ayer supimos que Xiaomi podría presentar una versión con Windows 10 del Mi 5 y hoy, Vaio, la compañía escindida de Sony que parecía se iba a dedicar a los ordenadores (aunque ya había hecho una “pseudo incursión” en el mercado de smartphones poniendo su marca a un teléfono Android), ha presentado su primer smartphone que parece de diseño propio y es nada menos que un gama media-alta con Windows 10 y con soporte para Continuum.

El teléfono con Windows Phone de Vaio tiene un diseño bastante cuidado y está construido en aluminio con un frontal de líneas bastante rectas (que recuerda a los móviles de Sony), aunque la trasera es completamente distinta con dos “ventanas” en la parte superior e inferior y con el logo en relieve de generoso tamaño.

El móvil tiene 5,5 pulgadas y resolución Full HD, cámara posterior de 13 MP y en su interior equipa un procesador Snapdragon 617 (uno de los últimos chipsets de gama media de Qualcomm) con 3 GB de RAM. Lo más interesante del hardware es que hace de este Vaio un móvil “convergente” al ser capaz de aprovechar la prestación Continumm de Windows 10 para convertir el teléfono en un PC con Windows al conectar un teclado y una pantalla externa.

Varios clientes en una conocida tienda de ropa.

El terminal llegará al mercado en el mes de abril a un precio que parte de unos 424 dólares, aunque es poco probable que lo veamos en Europa, salvo a través de importadores. En cualquier caso, es interesante ver cómo Vaio va a tratar de hacerse un hueco en el mercado sin Sony y, sobre todo, cómo es posible que Microsoft empiece a recuperar algo de protagonismo con un ecosistema de teléfonos convergentes que vaya más allá de su propia marca.