La vida violenta de Karim, el asesino de los guardias de Barbate: decenas de antecedentes en España y Marruecos
El asesino de Barbate se presenta humilde y arrepentido pero su historial dice lo contrario
Desde su nacimiento en 1991 en Fnideq (la antigua Castillejos), el asesino de los guardias civiles de Barbate, Karim El Baqqali, disfrutó de la protección de su tío Abdellah El Merabet, más conocido como Al Bouz, un capo marroquí del hachís asentado en la Costa del Sol y jefe del clan de los Pus Pus. Un líder del narcotráfico que, según fuentes policiales, posee varias propiedades inmobiliarias en la Costa del Sol, además de coches de alta gama, motos acuáticas, barcos recreativos y un yate que suele fondear en Puerto Banús en Marbella, valorado en unos 500.000 euros.
Karim creció bajo la tutela de esta relevante familia de narcos y no tardó en sumergirse en el mundo del narcotráfico del Estrecho, siempre como piloto de narcolancha, el puesto mejor pagado por las organizaciones de narcos del hachís que hacen la ruta hasta España.
Con 17 años ya era un piloto de narcolanchas en los alijos de su clan familiar, aunque no el mejor considerado. Le perdía su inclinación a meterse en problemas y su temperamento violento. Para entonces ya contaba con antecedentes por contrabando en Marruecos y se le relacionaba con episodios violentos con la policía y otros narcotraficantes. Nada que ver con la imagen de humildad y arrepentimiento con la que se ha presentado ante la Guardia Civil y la juez de Barbate que hace unas horas le ha enviado a prisión.
Atacó a la Guardia Civil en 2010
La Guardia Civil le fichó por primera vez en España en el año 2010, cuando sólo tenía 19 años. Entonces, catorce años antes de la muerte de los dos guardias civiles a los que arrolló en Barbat, Karim El Baqqali fue detenido y acusado de los delitos de resistencia y desobediencia durante una operación policial en Vélez-Málaga.
Ese día, Karim pilotaba una narcolancha sin matricular cuando fue sorprendido junto a otras tres personas en alta mar por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, «dándose a la fuga y emprendiendo una persecución durante 30 minutos». El atestado policial de 2010 relata que los tripulantes de la narcolancha en la que viajaba Karim ignoraron las señales luminosas y acústicas que le ordenaban detenerse, «llegando a impactar al realizar la narcolancha, encontrándose en paralelo a la patrullera, un viraje brusco hacia estribor». Luego arrojaron al mar los fardos de hachís antes de ser detenidos.
El marroquí no pasó mucho tiempo en prisión y regresó a las andadas de inmediato. Entonces tenía 19 años y una larga trayectoria en el mundo del narco y de la violencia.
Infracción a la Ley de Extranjería
Antes, la Policía Nacional le echó el guante en Jerez de la Frontera, cuando le sorprendió y detuvo por una infracción en materia de extranjería el 18 julio de 2011. Entonces, los agentes le acusaron de circular con documentación falsa a nombre de Karem Bakale.
La pérdida de un importante alijo, sumada a la detención por Extranjería portando documentación falsa, hubiera sido el fin para la carrera de muchos pilotos de narcolanchas. Pero Karim, ya con un largo historial delictivo en Marruecos, siempre volvía a trabajar para el clan de los Pus Pus gracias a su parentesco con el presunto líder de la organización.
Con narcolanchas en Cádiz
El 25 de septiembre de 2019, Karim vuelve a ser interceptado en Sotogrande (Cádiz) por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado durante una operación de repostaje de narcolanchas. Ese día, Karim fue identificado en compañía de otra persona cuando viajaba sin documentación en una embarcación desde Málaga hacia Algeciras.
Con su tío en Málaga
Un año después, el 26 de mayo de 2020, fue identificado por la Guardia Civil en otra embarcación en el puerto de Cabopino, en Torremolinos (Málaga). Esta vez, Karim acompañaba al mismísimo jefe de la organización, su tío Abdellah E.M., el Pus Pus, además de otros dos adultos y un menor de edad.
En aquel entonces, Karim todavía gozaba de los favores de su tío y de su organización de contrabandistas, aunque no iba a tardar mucho en perderlos.
Un alijo en Nerja
El 18 de enero de 2021 Karim vuelve a protagonizar unas diligencias de la Guardia Civil, esta vez en Nerja (Málaga) con motivo del alijo de 119 fardos de hachís practicado en 2018. Señalan que hay una narcolancha involucrada, además de vehículos y objetos incautados. Fue en 2018 y en 2021: el resultado de los análisis descubre gracias al ADN la presunta participación de Karim El Baqqali en la operación delictiva.
Identificado en carretera
Un año antes de embestir a los dos guardias civiles en Barbate, la Guardia Civil identificó el 12 de junio de 2023 a cuatro personas con antecedentes procedentes de Marruecos y La Línea de la Concepción (Cádiz) circulando con un vehículo de matrícula marroquí. Uno de ellos era Karim y otro su primo, el hijo del jefe de los Pus Pus.
En los archivos policiales figura su nombre con otras identidades y con variaciones en el número de NIE y su lugar de nacimiento, así como que es «familiar de un conocido narcotraficante que responde al apoyo de Pus Pus, que sería el dueño de la narcolancha pilotada por Karim en Barbate».
Violencia en Barbate
En Barbate, el 9 de febrero de 2024, Karim ofreció la demostración definitiva de su carácter cruel y violento, asesinando a dos guardias civiles e hiriendo de gravedad a otros cuatro.
Ese día los guardias botaron una zódiac en el puerto de Barbate para expulsar a las narcolanchas que se resguardaban impunemente del temporal. Todas se marcharon menos dos. Una de ellas intentaba eludir a la Guardia Civil para permanecer en aguas del puerto el mayor tiempo posible. La narcolancha que pilotaba Karim se enfrentó directamente a la pequeña embarcación de los guardias, indefensa ante la narcolancha de Karim.
No fue rápido. En un ejercicio de crueldad evidente, Karim se dedicó a acorralar la nave de los guardias civiles navegando en círculos a su alrededor como un tiburón. Tras seis amagos de embestida, a la séptima Karim aceleró y pasó por encima de la embarcación de los guardias matando a dos agentes e hiriendo de gravedad a otros cuatro. Luego se dio a la fuga. Tras el ataque pudo pasar por Huelva, antes de ocultarse en Marruecos.
Un lobo con piel de cordero
Este es el hombre que la madrugada del jueves desembarcaba en una playa de Barbate para entregarse a la Guardia Civil siete meses después de los asesinatos de guardias civiles. Un Karim que no parece el mismo, humilde y cabizbajo, lo primero que ha hecho ha sido pedir perdón e insistir en que mató a los guardias por accidente. «Me he entregado porque no podía dormir por las noches», ha llegado a decir. El lobo ha vuelto pero camuflado bajo una piel de cordero.
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