MADRID

La Policía acusa a Rafael Amargo de intentar usar una lavandería como tapadera para vender droga

Fingirían que se ocupaban de lavar los trajes de las obras de teatro mientras vendían metanfetamina

Rafael Amargo
El bailaor Rafael Amargo en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Madrid.
Ángel Moya

La Policía ha asegurado que el bailaor Rafael Amargo quería alquilar un local para distribuir droga, camuflándolo como una lavandería para la ropa de las obras de teatro. El agente ha declarado en una nueva sesión del juicio contra el famoso bailaor acusado de tráfico de drogas en su piso del barrio de Malasaña, en Madrid. También durante ésta jornada la mujer de Amargo ha negado que su marido vendiera estupefacientes, pero sí consumía, por lo que estuvo y está en tratamiento.

El policía ha expuesto ante el tribunal una conversación telefónica entre Amargo y su socio Eduardo, también acusado, en la que hablaban de alquilar un trastero como punto de distribución de drogas con «una especia de tapadera» como lavandería para la ropa de las producciones teatrales.

En los pinchazos telefónicos, Rafael y su interlocutor comentaban que había que avisar a los vecinos de que iba a haber un trasiego de personas al tratarse de un lugar para lavar la ropa de las obras de teatro. «Querían poner una lavadora», ha apuntado el policía, quien ha dicho que no tienen datos de dónde iba a ser su localización.

En el contrato de la «falsa lavandería» no iba a figurar el nombre de Rafael Amargo ni el de su productor por si pasaba algo. También hablan de que en el trastero iba a haber una zona apartada con «bolsitas» en relación a la supuesta droga.

Su mujer le apoya

Por su parte la mujer de Amargo, Luciana Bongianino -detenida en 2020 junto al artista e investigada, pero finalmente el juez la dejó fuera del proceso- ha relatado que ambos eran consumidores pero no vendían droga. Ha sostenido que el artista ha seguido en varias ocasiones tratamientos para su dependencia, y ahora sigue uno en la cárcel.

Bongianino, que lucía una cazadora en cuya parte trasera pone «Amargo is innocent» («Amargo es inocente», en inglés) ha explicado que el 1 de diciembre de 2020 salieron de su casa y la Policía les paró. Les dijeron que tenían que registrar su domicilio, y que hasta el final no supo que estaba detenida y sin abogado.

Ha precisado que ella y Amargo iban a comprar ese día un gramo de metanfetamina, ya que solían consumir cada uno entre un gramo y un gramo y medio diarios, mientras que comentaba que llevaban un peso encima «para que no les engañaran».

Adaptado a la cárcel

Su mujer ha contado que «Rafael tenía picos, unas veces consumía poco y otras demasiado», mientras explicaba que desde que está en la cárcel se ha adaptado bien, sigue en tratamiento, y ahora es una persona diferente a la de 2020.

Ha explicado que al acabar el registro del domicilio un oficial le dijo a otro que allí no había «nada», pero luego le comunicaron que quedaban detenidos ella, Rafael y Cubita «por integrar un grupo criminal de narcotráfico, con armas». «Nos ha afectado mucho esto, estamos los dos en tratamiento psiquiátrico», ha explicado, recordando que desde que fueron arrestados se les retiró el pasaporte y no pueden viajar para trabajar.

Bongianino ha defendido que el día del registro en su casa solo había 6 mililitros éxtasis líquido (GHB), mucho menos por lo declarado por la Policía.

Respecto al origen de sus ingresos entre marzo y junio de 2020, en pleno confinamiento por la pandemia, ha dicho que sus padres les ayudaban, y también les ayudó el diseñador Eduardo Navarrete, gracias al cual vendieron mascarillas por 20 euros.

La Fiscalía pide nueve años de cárcel para el artista por vender droga de forma «persistente» junto con el productor para el que pide la misma pena. Para el otro acusado, apodado Cubita, solicita seis años de cárcel por ser un «hombre de confianza» que entregaba la droga a los compradores.

Amargo ha acudido a la sesión trajeado, en deportivas y ha hecho varias muestras de afecto a lo largo de la sesión lanzando besos a su mujer al entrar en la sala y a miembros del público. Durante la declaración de uno de los miembros de la Policía ha negado con la cabeza cuando el agente le incriminaba.

Lo último en Sucesos

Últimas noticias