El momento más amargo para Rafael: el bailaor se enfrenta a 9 años de cárcel por tráfico de drogas
El bailaor niega los hechos y denuncia una persecución en su contra
Es el momento más amargo para Rafael. El bailaor se sienta el próximo lunes en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid para responder de un presunto delito de tráfico de drogas, metanfetamina, en su antiguo piso del barrio de Malasaña en Madrid. La Fiscalía le solicita una pena de 9 años de cárcel por tráfico de drogas de forma «persistente».
El juicio previsto para junio de 2023 se suspendió después de que Eduardo de los Santos, el ex productor del bailaor y también imputado, renunciara a su abogado. Entonces, Amargo mostró su malestar porque entonces llevaba dos años y medio sin tener su pasaporte para poder trabajar: «Qué culpa tengo yo, que lo estoy haciendo todo correcto. Hay cizaña sin sentido. Esto le está costando la vida a mi padre, que está agonizando en un hospital. Pido humanidad porque no se puede estirar más y pido por favor a la fiscal que sea profesional», reclamó.
Ahora, a partir del lunes 8 de abril y hasta el día 12, Rafael Amargo se sentará en el banquillo de los acusados junto a su ex productor teatral y un socio por la presunta venta de estupefacientes en el barrio de Malasaña, hechos por los que la fiscal solicita una pena de 9 años de cárcel por un presunto delito contra la salud pública.
«Operación Códax»
El bailaor fue detenido el 1 de diciembre de 2020 junto a su pareja y otras dos personas en el marco de la ‘operación Codax’, cuyo nombre significa cuervo en latín y se apoda así por una imagen de Amargo de su Instagram en la que aparece con unas alas de esta especie de ave.
En su relato, la fiscal relata que, durante los meses de abril y diciembre de 2020, ambos «se venían dedicando de manera concertada y persistente a la distribución de sustancias estupefacientes, entre otras metanfetamina, a terceras personas a cambio de dinero».
A tal fin, los dos acusados adquirían la sustancia de manera «conjunta» a los distintos suministradores, para posteriormente repartirla entre ambos y venderla a terceras personas.
Así, el bailarín supuestamente vendía las sustancias estupefacientes a las personas que acudían a su domicilio y en otras «hacía llegar la sustancia al lugar donde el cliente indicaba para lo cual se valía de su hombre de confianza, el también acusado Manuel Ángel B.L., otro de los socios de Amargo, a sabiendas de lo que portaba, después de hacer la entrega correspondiente, regresaba al domicilio para entregarle el dinero obtenido con la venta».
A modo de ejemplo, la Fiscalía relata que el 27 de abril de 2020, Manuel Ángel fue sorprendido por la Policía cuando se disponía a entregar a un cliente, a cambio de 50 euros, una bolsita con sustancia que resultó ser metanfetamina; sustancia que había recogido minutos antes del domicilio de Amargo, «donde debía regresar para entregar el dinero».
Vigilancias a Rafael Amargo
Asimismo, a raíz de los dispositivos de vigilancia que se establecieron sobre su domicilio, los policías nacionales pudieron observar «cómo acudían numerosas personas que, tras acceder al mismo y permanecer en el interior escasos minutos, salían nuevamente de manera apresurada, procediendo los agentes a identificar a dos de ellas, interviniendo sustancia estupefaciente que se había adquirido en dicho domicilio, levantándose las correspondientes actas de aprehensión».
Por un auto dictado el 1 de diciembre de 2020 por el Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid se autorizó la entrada y registro en los domicilios de los acusados.
En el caso del bailaor, los agentes intervinieron 3 botes conteniendo sustancia Popper (nitritos de alquilo), una bolsita conteniendo sustancia que resultó ser feniletilamina con un peso neto de 0,089 gramos y un frasco conteniendo 6 mililitros de GBL con un valor en el mercado de 314,19 euros en su venta por gramos.
En el caso de Juan Eduardo, los agentes hallaron un bote conteniendo sustancia que resultó ser metanfetamina, con un peso neto de 4,466 gramos y una pureza del 76,4%, con un valor en el mercado de 115,67 euros en su venta por gramos; una bolsita conteniendo sustancia que resultó positivo a ketamina, con un 50,4% de pureza; y MDMA con una pureza del 6,9% con un peso neto total de 0,185 gramos con un valor en el mercado de 18,5 euros en su venta por gramos.
Incumplió las medidas cautelares
El popular bailaor cumple prisión preventiva desde el pasado mes de diciembre por incumplir las medidas cautelares impuestas en este procedimiento ya que no acudía al a firmar las comparecencias quincenales ante el juzgado.
Ante los magistrados, Rafael Amargo explicó que su actitud y propósito era comparecer, pero que no lo hizo porque las comparecencias le producían una situación de «estrés y malestar», criticando que de «la repercusión mediática» que se ocasionaba se beneficiaba «económicamente otras personas menos él».
A Rafael Amargo también le investiga el juez de Instrucción número 27 de Madrid por la presunta comisión de un delito de tráfico de drogas y atentado a la autoridad, a raíz de una denuncia interpuesta el pasado julio por sus vecinos en relación a la presunta venta de droga en su piso de la calle Espíritu Santo de la capital. Por estos hechos, fue detenido en Alicante, quedando en libertad provisional. La jueza le impuso la obligación de comparecer quincenalmente en el juzgado y la prohibición de salida del país. Este arresto se suma a la detención del caso que se juzga ahora en la Audiencia de Madrid.