Sucesos

Un juego de maletas de lujo delató a los secuestradores del multimillonario fundador de Tuenti

Un juego de maletas de lujo delató a los secuestradores. Lo cuenta el inspector jefe del grupo contra el crimen organizado de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, Enrique González, responsable de la investigación que ha permitido el arresto de los cuatro presuntos delincuentes acusados de secuestrar y torturar al fundador de la red social Tuenti en su domicilio madrileño junto al Museo del Prado.  Los  secuestradores querían robarle al multimillonario su monedero digital valorado en 25 millones de euros. Las pruebas aportadas por González y sus compañeros han enviado a prisión provisional a los cuatro presuntos autores, dos magrebíes, un colombiano y una mujer brasileña.

Todo ocurrió durante cuatro horas de pesadilla el pasado mes de noviembre de 2021 en el domicilio del multimillonario del distrito madrileño de Retiro. Los delincuentes, tres hombres y una mujer, esperaron que el conserje del edificio se tomara su hora libre, para llamar al telefonillo y entrar en la casa. La mujer fue el gancho de la banda, conocía a la víctima y sabía que estaba esperando la llegada de otra mujer con la que se había citado.

Rápidamente, los cuatro secuestradores que ocultaban su identidad con pelucas y gafas de sol redujeron al multimillonario Zaryn Dentzel y al empleado del hogar rociándoles con un spray de pimienta. Ahí comenzó el calvario de la víctima, maniatado, comienzan a torturarle. Primero a golpes, luego con dándole descargas con una pistola eléctrica, también le hacen pequeños cortes con un cuchillo. Los asaltantes aumentan la presión y le ponen bolsas en los pies, le dicen que se los van a cortar. «Te vamos a cortar los genitales, te vamos a descuartizar» le gritaban. 

Los delincuentes querían las claves para acceder a un monedero de Bitcoin que contenía 25 millones de euros en criptodivisas. La víctima no tenía las claves, se lo gestionaba su servicio de inversión, y ante la certeza de que iban a matarle se ofrece a abrirles la caja fuerte.

Después de cuatro horas de secuestro y torturas, los delincuentes abandonaron la vivienda con un botín de 300.000 euros en relojes de lujo, cada uno se fue por un camino diferente y retomó su vida como si no hubiera pasado nada.

El responsable de la investigación relata el trabajo descomunal de la policía para hallar una primera pista fiable de los autores. Los delincuentes habían tapado con ropa las cámaras de seguridad de la vivienda,  así que los policías visionaron 600 gigas de imágenes de las cámaras de seguridad de la zona intentando reconstruir los pasos de los atracadores en un radio de dos kilómetros de distancia desde la vivienda de la víctima. Primero fueron las las sucursales bancarias cercanas, durante las cuatro horas de secuestro los asaltantes se hicieron con las tarjetas de débito de la víctima y sacaron dinero con ellas. Más tarde se revisaron las cámaras más alejadas.

Un fotograma dio la primera pista a la policía, lo demás fueron vigilancias «a la antigua usanza». Así consiguieron identificarles a pesar de que intentaban llevar una vida totalmente normal sin hacer uso del dinero que habían sacado de la venta del botín en el mercado negro. Mientras reunían las pruebas, dos de los secuestradores salieron de España sin ser detenidos. Los policías preferían tener todo bien atado antes de arrestar a los cuatro de forma sincronizada en España para evitar problemas de extradición con terceros países.

Entre tanto, un juego de maletas de lujo delató a los implicados. Frustrados con la imposibilidad de vaciar el monedero digital de 25 millones de dólares de la víctima, los secuestradores se llevaron todo lo que encontraron de valor en la casa del multimillonario. Entre esos objetos, un juego de maletas de lujo, valorado en 2.000 euros cada maleta, que por capricho decidieron conservar. La policía les requisó las maletas en el momento de la detención, las tenía la mujer en el hostal de la localidad madrileña de Alcobendas donde se alojaba, los relojes habían volado. El juez ha enviado a prisión provisional a los cuatro presuntos secuestradores.