Sucesos

Aparece muerto en su celda el violador y asesino de la niña Erika Yunga en Oviedo

Igor Postolache, el asesino de la niña Erika Yunga en Oviedo en el año 2022, ha aparecido muerto en su celda de la cárcel de Villahierro, en la localidad de Mansilla de las Mulas (León), donde cumplía condena, antes de ser trasladado a otra prisión después de que se le decretara la prisión permanente revisable.

Fuentes de la subdelegación del Gobierno de León, han confirmado que el cuerpo de Postolache, de origen moldavo, ha sido hallado esta mañana en su celda del módulo de ingresos, sin que hasta el momento se pueda aportar «más información» sobre las causas de su fallecimiento.

El ciudadano moldavo iba a ser trasladado a otro centro penitenciario para cumplir la pena de prisión permanente revisable. Según han confirmado algunas fuentes para el periódico El Comercio, todo apunta a un posible suicidio, pese al sistema de vigilancia al que estaba sometido el preso. El hallazgo de su cadáver ha cogido por sorpresa a los funcionarios de la prisión leonesa, ya que el recluto siempre había mantenido una actitud discreta.

Asesinato y violación

El preso cumplía pena en la cárcel leonesa por violar y asesinar a una niña de 14 años, Erika Yunga, en el barrio ovetense de Vallobín (Oviedo), en abril de 2022. Postolache, de 32 años, apuñaló brutalmente a Erika en el portal número 69 de la calle Vázquez de Mella.

Según las investigaciones de la Fiscalía, el asesino llevaba días investigando y siguiendo a la niña y sus familiares para poder interceptarla. En el domicilio se encontró cinta de embalar, bridas y un cuchillo largo escondido en un cajón entre la ropa del asesino.

Cuando previó que Erika se acercaba al portal, Postolache salió de su casa y espero a que se acercase. Nada más llamar al telefonillo la interceptó y le apuñaló con enseñamiento. Posteriormente la arrastró hasta el piso donde la violó mientras le asestaba más puñaladas.

Sólo sí es sí

Además de la prisión permanente revisable, Postolache había sido condenado a 12 años y seis meses de cárcel por un delito de agresión sexual, dos años y medio menos de lo inicialmente solicitado, al ser uno de los beneficiados por la ley de Montero del Solo Sí es Sí.