Sociedad

El yihadista que convirtió al islam radical a su novia neonazi no se acuerda porque «fumaba porros»

Tarik A, uno de los dos presuntos yihadistas juzgados en la Audiencia Nacional, ha explicado en esta primera sesión de vista oral que no recuerda haber compartido en las redes sociales abundante material exhortando a combatir por la Yihad porque «fumaba 15 o 20 porros» y eso le ha hecho olvidarlo.

Sí ha reconocido durante el interrogatorio que colgó documentos de cadáveres de personas e imágenes de la bandera del Estado Islámico no con el interés de compartirlo entre sus seguidores sino «para ver lo que decían y luego los quitaba». Por estos hechos el Ministerio Fiscal le acusa del delito de adoctrinamiento terrorista junto con el otro acusado Rachid E.F y pide para cada uno ocho años de prisión.

A preguntas del fiscal José Perals por su suscripción a 63 canales de Youtube de contenido violento, el acusado ha precisado que sospecha que alguna persona entró en su cuenta de Youtube usurpando su identidad. También ha dicho que los mencionados vídeos sobre decapitaciones y con sermones de líderes religiosos incitando a combatir, se reproducían de manera automática cuando él se quedaba dormido viendo otros vídeos por Internet.

En los mismos términos se ha expresado el otro acusado quien ha negado cualquier intención de difundir este material. Los dos presuntos yihadistas han rechazado estar a favor de la violencia «porque sólo atrae más violencia» y han explicado que Occidente no es el responsable de lo que ocurre en Oriente Próximo sino «solamente la guerra y el conflicto bélico».

La autorización de un agente encubierto informático para interactuar en las redes con Rachid permitió detectar más de una treintena de publicaciones que contenían imágenes explícitas de abusos, muertos, torturas y ejecuciones de población musulmana en Siria, Birmania, Palestina o Irak y cuyo fin era victimizar a los musulmanes.

Acusado de adoctrinar a su novia

Tarik también ha negado estar detrás del adoctrinamiento de su entonces novia Diana P, que cuando le conoció era conocida dentro del movimiento neonazi. Al respecto el acusado ha detallado que la conoció en 2010 pero cuatro años después dejó de tener contacto con ella.

En el auto de la magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela por el cual se acordó prisión provisional para ambos tras su detención, la juez relata cómo Tarik había captado a su novia, que antes vestía con estética ‘skin’, para introducirla en la Yihad. La joven, según el escrito de acusación de la Fiscalía, había formado parte de un grupo neonazi antes de conocer al acusado.

El instructor del atestado ha explicado en calidad de testigo que la investigación arrancó en Roda de Ter (Barcelona) al constatar que la joven procedente del mundo ‘skin’ estaba en proceso de radicalización materializado no sólo en un cambio en la forma de vestir sino también en los valores religiosos.

Argumentos antisemitas

Los investigadores buscaron posibles figuras que pudieran estar detrás del adoctrinamiento y han explicado que pudo utilizar para ello un argumento judeofóbico teniendo en cuenta que ambos movimientos comparten el odio por los judíos. «El captador busca la víctima siempre atendiendo a sus vulnerabilidades», ha señalado el agente que dirigió la investigación.

También ha dicho que el material compartido en sus perfiles de redes sociales es abundante en cantidad y calidad en el sentido de que no son documentos escogidos al azar sino que tienen un contenido «muy explícito» con comentarios donde se verbaliza un discurso violento, «donde se habla de decapitar».

Una de las testigos de este juicio ha sido la actual pareja de Tarik, Miriam, quien ha negado a preguntas del tribunal que éste influyera en su conversión al Islam. «Estuve dos años o así en temas de droga y la única solución que vi, por la tranquilidad que da la religión, fue el Islam», ha enfatizado la novia del acusado. La vista oral se ha suspendido a primera hora de la tarde y se reanudará este jueves.