La Policía de Oklahoma mata a un hombre sordo que no acataba sus órdenes

La Policía de Oklahoma ha matado a una persona sorda por no acatar sus órdenes. Los agentes trataban de localizar al dueño de un vehículo implicado en un accidente de tráfico y que se había dado a la fuga y acudieron a casa de Magdiel Sánchez -la víctima- para proceder a la identificación y, si correspondía, a la detención.

El sospechoso se encontraba haciendo tareas en el hogar y tenía en sus manos una tubería que los uniformados le exigieron dejara en el suelo, sin que su interlocutor lograra saber qué decían. Un vecino trató de alertar de que se estaban dirigiendo a alguien incapaz de escucharles, pero ya era demasiado tarde porque uno de los funcionarios había disparado.

El responsable del disparo, el sargento Christopher Barnes, ha sido apartado del cuerpo hasta que se esclarezcan los hechos. Su compañero, el teniente Matthew Lindsey, optó por la pistola eléctrica para inmovilizar a Sánchez. Los equipos de emergencia no pudieron hacer nada, tan sólo certificar que la lesión provocada por la bala era incompatible con la vida.