Sociedad

Los okupas agreden a un vigilante que había acudido a desalojar un ‘narcochalé’ en Torrelodones

Los okupas se han hecho fuertes en un chalé de lujo de la Avenida Pradogrande de Torrelodones (Madrid), con el beneplácito del equipo de gobierno municipal que preside la alcaldesa Elena Biurrun, y han agredido a uno de los vigilantes de seguridad que habían acudido para desalojar la vivienda.

Los okupas han tomado tantas precauciones para evitar su desalojo que han instalado un circuito cerrado de televisión con dos cámaras de vídeo vigilancia, una en la puerta principal y otra en el patio posterior. Se trata de un adosado de tres plantas con más de 300 metros cuadrados edificados, con ascensor, garaje y jardín propio, cuyo valor puede rondar los 700.000 euros. Forma parte de una promoción de 20 chalés, construidos hace nueve años, que quedaron embargados después de que la promotora quebrara a causa de la crisis económica.

Durante los últimos años, ocho de las residencias llegaron a estar habitadas por okupas, que cada vez con más frecuencia optan por esta modalidad: instalarse con todo tipo de comodidades en chalés de lujo en las poblaciones del norte de Madrid. Sin embargo, toda la promoción ha quedado ya limpia salvo el chalé en el que se han registrado los incidentes.

Varios vigilantes de seguridad titulados, contratados por la empresa Desocupaciones Xpress, llegaron el martes a Torrelodones e instalaron en control de acceso a la puerta del chalé: de este modo, los okupas pueden salir a la calle pero no pueden volver al interior de la vivienda. El plan de desalojo ha sido aprobado por el Ministerio de Interior.

El chalé forma parte de una promoción de 20 viviendas de lujo construidas hace nueve años.

Por este procedimiento, Desocupaciones Xpress ha logrado que sólo queden dos okupas en el interior de la vivienda: un chico y una chica de algo más de 30 años. Pero hasta 15 jóvenes han llegado a congregarse en el exterior de la vivienda, bebiendo alcohol en la calle e increpando a los vigilantes de seguridad.

Durante las primeras horas, la operación contó con el apoyo de una patrulla de la Guardia Civil de Galapagar, que visitó varias veces el lugar para garantizar la seguridad ciudadana. Desafortunadamente, no ha existido la misma colaboración con la Guardia Civil de Torrelodones. Los incidentes se produjeron el miércoles por la tarde, cuando llegó al lugar un fontanero, contratado por la empresa encargada de la cesión del inmueble, para corta el suministro de agua.

Según la denuncian presentada por la Guardia Civil, más de una docena de okupas acorralaron y amenazaron al fontanero, que tuvo que refugiarse en el interior de su furgoneta. Cuando los dos vigilantes de seguridad intentaron protegerle, uno de ellos recibió de uno de los okupas un fuerte codazo en la nariz. Hasta el lugar tuvo que desplazarse una ambulancia,que lo trasladó al servicio de urgencias del hospital.

La denuncia por lesiones presentada este jueves ante la Guardia Civil.

Una patrulla de la Guardia Civil también acudió al lugar e identificó al agresor, un español de unos 42 años, delgado, de 1,75 de altura aproximadamente, con «pelo rizado con una coleta y barba abultada», según consta en la denuncia. Sin embargo, el agresor sigue en libertad y la Guardia Civil no ha tomado medidas contra él.

«Cuando hemos acudido al puerto de la Guardia Civil de Torrelodones este jueves por la mañana, con el parte médico de las lesiones que sufrió el vigilante, nos han dicho que no van a tomar ninguna medida contra el agresor», explica a OKDIARIO un representante de la empresa encargada de la gestión de la vivienda.

«Nos consta que los okupas del chalé se dedican al menudeo y el trapicheo con drogas», añade, «de hecho, hace semanas la Policía vino a detener a uno de ellos porque tenía una orden de busca y captura. La chica que permanece en el interior de la vivienda también fue detenida hace unos días, cuando intentaba okupar otro chalé. Esta es una zona acomodada y todo el vecindario está a favor de que desalojemos a los okupas, pero nos hemos dirigido a la jefa de la Policía Local y al concejal de Seguridad [Gonzalo Santamaría] y ni siquiera nos han cogido el teléfono. Supongo que no quieren líos, porque están cerca las elecciones».

Los responsables de Desocupaciones Xpress y de la empresa que tiene la cesión del inmueble tampoco entienden que la Guardia Civil se niegue a tomar medidas contra el okupa que agredió a uno de los vigilantes de seguridad. Según el parte de lesiones, el vigilante sufre «contusión nasal con herida incisa».

Por ello, este jueves han acudido a los Juzgados de Collado Villalba y han interpuesto una denuncia, en la que explica que «la situación de inseguridad se está viendo agravada mientras avanzan las horas, lo que nos ha llevado a tener que llamar hasta en seis ocasiones al 061, ya que desde el cuartel de la Guardia Civil de Torrelodones, por orden del comandante del puesto, ha dado orden a sus subordinados de no intervenir en detención alguna».

La denuncia interpuesta este jueves ante el Juzgado de Primera Instancia de Collado Villalba.

En la actualidad, 10 de los 12 chalés de esta promoción ya están habitados por inquilinos legales, que han llegado a pagar de su bolsillo la instalación de alarmas en las viviendas que permanecen vacías, para evitar que se llenen de nuevo de okupas. Pero no logran deshacerse de los okupas que se han instalado en el último chalé de la Avenida Pradogrande.

Algunos de los jóvenes que han increpado a los vigilantes de seguridad frecuentaban otro chalé de lujo de la Avenida de la Dehesa, de Torrelodones, que fue desalojado por la misma empresa el pasado mes de octubre. En el sótano de aquella vivienda, cultivaban una plantación de marihuana con toda una instalación de focos y equipos de aire acondicionado.