Smartick

Nace la primera herramienta que permite detectar el riesgo de discalculia de los niños españoles

La discalculia es un trastorno en el aprendizaje de las matemáticas que se caracteriza, entre otras cosas, por la dificultad en la adquisición del sentido numérico y el cálculo y que, además, afecta a un 5-7% de la población.

Educación financiera @Istock
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¿Qué es la discalculia? Comencemos por ahí. Se trata de un trastorno en el aprendizaje de las matemáticas que se caracteriza, entre otras cosas, por la dificultad en la adquisición del sentido numérico y el cálculo y que, además, afecta a un 5-7% de la población. En cifras, podríamos decir que alrededor de 3 millones de personas en nuestro país están afectadas por este trastorno. De este modo, en una clase de 25 alumnos lo más probable es que al menos un niño tenga discalculia.

Además, señalan los expertos es un trastorno con consecuencias graves, aunque aún muy desconocido entre el público en general, con una prevalencia alta y que tiende a confundirse con otros trastornos como el TDA/TDAH, bajo cociente intelectual, desidia en el estudio, etc. La discalculia se suele traducir en suspensos en la asignatura de matemáticas, aunque no siempre afecta al rendimiento en el resto de asignaturas, además de provoca aversión a esta materia y falta de autoestima.

En el día a día, puede traducirse en leer mal la hora en un reloj o la matrícula de un coche, así como en tener dificultades para memorizar números de teléfonos, secuencias numéricas o calcular la vuelta en una compra.

La importancia de su diagnóstico temprano

Con el objetivo de ayudar a la detección de la llamada ‘dislexia’ de los números, Smartick, método online de aprendizaje de las matemáticas para niños de 4 a 14 años, ha diseñado un test online que permite identificar de manera sencilla y rápida a los niños en riesgo de tener discalculia.

El test de discalculia se dirige a niños de primero a cuarto de primaria y se ha desarrollado en colaboración con las Universidades de Málaga y Valladolid. Más de 800 alumnos en diferentes zonas de España han participado en el estudio de validación de la prueba. Se realiza online desde una Tablet, tiene una duración aproximada de 15 minutos e incluye tareas en torno a tres áreas fundamentales del aprendizaje matemático.

– La comparación y reconocimiento de cantidad. Se proponen tareas para evaluar la habilidad de reconocer y manipular cantidades numéricas sin contar (la Subitización y el Sentido Numérico Aproximado).

– Números arábigos y numeración. Se incluyen ejercicios de procesamiento numérico que utilizan el código simbólico verbal, como el reconocimiento y la comparación de números.

– Aritmética.Los niños con discalculia suelen tener dificultades severas y persistentes en el aprendizaje de la aritmética.

Al finalizar el test se genera y envía un informe con las fortalezas y debilidades del niño en cada una de las áreas evaluadas. Si de acuerdo con sus resultados en la prueba, un niño presenta riesgo de discalculia, se recomienda que padres y/o tutores acudan a un profesional para una evaluación completa, que incluya pruebas psicológicas de inteligencia, atención y lectura, además de pruebas específicas de matemáticas.

Los fundadores de Smartick, Daniel González de Vega y Javier Arroyo, han querido aportar a la comunidad educativa y a los padres un instrumento con el que identificar de forma temprana uno de los trastornos de aprendizaje matemático tan habitual como desconocido. Explican que “los niños con discalculia necesitan un entrenamiento adaptado, diario y basado en la comprensión profunda de conceptos y procedimientos. Los ejercicios y actividades del plan de estudios personalizado que proponemos en el método Smartick pueden ayudar mucho a los alumnos que presentan estas dificultades”.

Por su parte, Javier García-Orza, profesor de la Universidad de Málaga y uno de los autores del proyecto, destaca que “disponer de un test online que emplea tareas seleccionadas siguiendo los actuales modelos neurocognitivos sobre la discalculia y validadas experimentalmente es, de por sí, un hecho importante”. “Pero que esta herramienta además sea gratuita, supone un hito para la inclusividad de las personas con dificultades de aprendizaje, pues facilitará la detección de la discalculia y la puesta en marcha de programas de intervención para su tratamiento”, concluye.

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