Sociedad
Una jornada a bordo del 'Fortuna'

La dura tarea de llevar el bacalao skrei a tu mesa: así fueron 16 horas de pesca radical

Llevar un bocado tan selecto como el bacalao skrei a tu mesa no es tarea fácil: te contamos cómo es una jornada de pesca radical en Noruega

Quienes son de buen comer y disfrutan degustando los mejores productos que esconden los mares, probablemente hayan probado en alguna ocasión el bacalao Skrei, el manjar más selecto que nos ofrecen las gélidas aguas de Noruega.

España se ha consolidado como uno de los principales consumidores de bacalao Skrei según los datos de la Mar de Noruega. Nuestro país importa cada año más de 1.000 toneladas de este pescado que cuenta con una historia muy especial y de la que hoy te vamos a hablar porque el Skrei no es un bacalao cualquiera, es mucho más que eso: el Skrei es el rey de los mares que hace la auténtica ruta del bacalao.

La ruta del bacalao Skrei es, cuanto menos, apasionante y por eso hemos decidido seguirla muy de cerca.

Junto a Mar de Noruega nos hemos montado en un avión para vivir una experiencia única y que muy pocos pueden disfrutar: montar en un barco pesquero -concretamente en el Fortuna- y ver muy de cerca cómo es la dura labor de pescar el bacalao Skrei en el Círculo Polar Ártico.

Un día pescando bacalao Skrei en Noruega

El bacalao Skrei, que vive en el Mar de Barents, viaja en invierno y nada más de 1.000 kilómetros hasta las costas de Noruega para desovar. Por eso la pesca del bacalao Skrei se concentra desde enero hasta abril, meses en los que los pescadores pasan largas jornadas en alta mar cazando al rey de las aguas noruegas.

Las jornadas de pesca comienzan muy, muy temprano. Eran las 5 de la mañana cuando llegamos a Husøy para subirnos a bordo del barco Fortuna. El clima era bueno – que el termómetro marcara 14 grados bajo cero era lo de menos, lo importante es que no había viento – y eso era de agradecer porque hubiera complicado lo que ya tenía pinta de ser un día duro.

El barco zarpó mar adentro y teníamos por delante tres horas de travesía hasta que pudiéramos alcanzar la zona perfecta para pescar bacalao Skrei. Apenas habían pasado 50 minutos desde que el Fortuna empezara su travesía cuando llegó el primer y casi inevitable problema: el mareo.

Acostumbrarse a los vaivenes del barco y a los continuos tambaleos del suelo puede ser un proceso muy largo: cuenta la tripulación que hay gente que tarda hasta un año en controlar el mareo.

Habían pasado más de las tres horas previstas, pero por fin llegamos al punto donde comenzaría la pesca. Toda la tripulación estaba en sus puestos y los engranajes empezaban a funcionar. Con todos los aparejos preparados, los pescadores lanzaban las redes y se disponían a esperar.

Cada intento de capturar bacalao Skrei puede llevar, como mínimo, una hora y el tiempo se puede hacer muy lento en un barco pesquero en mitad de las aguas de Noruega. Por eso, la vida de los marineros pasa entre cafés, onzas de chocolate y tabaco de mascar.

Algunos problemas con las cuerdas y las redes complicaron la captura del bacalao y, aunque terminó siendo un gran día de pesca y la tripulación capturó más de 50 toneladas de Skrei, la jornada a bordo del Fortuna se había alargado 16 horas.

Durante todo ese tiempo pudimos entender por qué este pescado es el auténtico rey de los mares y de las cocinas.

La ruta del Skrei, bajo vigilancia

Pescar Skrei de Noruega no es nada fácil como ya hemos visto, pero no sólo por la dureza de las jornadas de pesca, sino porque este bacalao es el único producto del mar que está vigilado por una patrulla especial: la llamada Patrulla Skrei.

La Skreipatruljen -Patrulla Skrei en español- se encarga de controlar que los pescadores cumplen todas las normativas y métodos autorizados para que esta siga siendo una pesca sostenible.

Que un bacalao obtenga el sello de calidad Skrei no es nada sencillo. Para lograrlo, el producto debe provenir de una pesca salvaje; debe ser mayor de 5 años; no debe tener marcas de red o debe estar envasado a las pocas horas después de haber sido pescado.

Así es como el producto más selecto de Noruega, el bacalao Skrei, pasa de nadar por las aguas del mar de Barents hasta tu mesa.