El dueño del pozo donde murió Julen no entrará en prisión y deberá pagar casi 664.000 € por el rescate
David Serrano, dueño de la finca donde se encuentra el pozo en el que murió Julen, el niño de dos años rescatado sin vida después de caer en dicha prospección en Totalán (Málaga), ha sido condenado a un año de cárcel por un delito de homicidio por imprudencia grave tras conformarse con el acuerdo alcanzado entre las acusaciones y su defensa.
La condena de cárcel ha sido suspendida por el magistrado, por lo que no entrará en la cárcel.
El acuerdo alcanzado en las últimas horas, que evita la celebración de todo el juicio, incluye además el pago de una indemnización de 89.500 euros para cada uno de los padres de Julen y de 663.982 euros para la Junta de Andalucía por las tareas de rescate.
José y Victoria, los padres del pequeño, han sido los primeros en entrar a la Ciudad de la Justicia de Málaga y no han hecho declaraciones. Posteriormente, ha llegado el acusado, David Serrano, que ha asegurado estar tranquilo.
En la sala, tras explicar la defensa el acuerdo, el magistrado ha preguntado al acusado si se conforma y acepta el acuerdo y los hechos, a lo que este ha contestado que sí, por lo que el juez ha dictado sentencia condenatoria ‘in voce’. Antes de concluir la vista, Serrano ha pedido perdón a los padres por el daño ocasionado, añadiendo: «En ningún momento quise que al niño le pasara nada».
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