EPOC: las claves para reducir las complicaciones que causa esta enfermedad respiratoria
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La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) sigue afectando a un número considerable de la población, tal como indican las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ya que, según sus estimaciones, en 2030 esta patología será la tercera causa de muerte en el mundo, la cuarta causa de mortalidad en España, por delante del cáncer de pulmón.
Pero, ¿qué es la EPOC? Se trata de una enfermedad respiratoria caracterizada por síntomas persistentes y por la limitación crónica de flujo aéreo, siendo el tabaco uno de los principales agentes etiológicos, aunque no el único. Es más, muchos pacientes perciben pocos síntomas o los atribuyen al tabaco y/o la edad, lo que hace que no busquen atención médica pertinente.
El 12% de los españoles están afectados y muy pocos tienen diagnósticos
Afecta a alrededor del 12% de los españoles entre 40 y 80 años (14,6% en varones y 9,4% en mujeres) y, además, tres de cada cuatro personas con EPOC no están diagnosticadas, según el último estudio español sobre la prevalencia de la EPOC en España (EPISCAN II).
Sobre ello, el Dr. José María Echave-Sustaeta, jefe de Servicio de Neumología del Hospital La Luz de Madrid, explica que alrededor del 25-45% de los pacientes con EPOC nunca había fumado, por ello, detalla, la contaminación ambiental y la inhalación de partículas de polvo son también factores de riesgo importantes de la EPOC. «En 1 de cada 2 pacientes con la enfermedad, la causa son alteraciones en el desarrollo de sus pulmones entre el nacimiento y la adolescencia», aclara.
Diagnosticar antes la enfermedad
Desde hace dos años este experto forma parte de un grupo de Neumología cuyo objetivo es intentar llegar antes a la enfermedad respiratoria. «Luchar contra el infradiagnóstico, incrementar la concienciación de la población e intervenir precozmente en la enfermedad. La presentación en la Sociedad la hicimos con la publicación de un artículo en la revista europea de patología respiratoria, generando varias líneas de investigación en las que actualmente estamos trabajando», explica el especialista.
Según el Dr. Echave-Sustaeta, la EPOC se cursa con síntomas respiratorios persistentes de aparición progresiva de disnea, tos y/o expectoración, sibilancias y opresión en el pecho. «El diagnóstico, que se puede realizar con una prueba tan sencilla como una espirometría. Con los resultados de esta prueba, también se determina la gravedad de la misma. Esta enfermedad que consiste en un daño del pulmón progresivo crónico no es curable, pero diagnosticada a tiempo puede retrasar su avance», apunta.
Normas de vida saludables
Por ello, el neumólogo recomienda fomentar normas de vida saludable en todos los pacientes con EPOC, mantener el peso adecuado con una dieta equilibrada, realizar actividad física y evitar el tabaco. «Esta enfermedad respiratoria crónica se ha beneficiado de importantes avances terapéuticos en los últimos años. En el momento actual los tratamientos disponibles permiten mejorar y muchas veces casi normalizar la calidad de vida, reducir las complicaciones y prologar la supervivencia», concluye.
La mayor parte de los pacientes con EPOC tienen enfermedades crónicas concomitantes, vinculadas a los mismos factores de riesgo, tabaco, envejecimiento e inactividad. «Además, la hiperinsuflación, puede afectar a la función cardiaca y el intercambio gaseoso, y el proceso inflamatorio sistémico acompañante, puede iniciar y/o empeorar comorbilidades como la cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, osteoporosis, disfunción muscular esquelética, anemia, diabetes y síndrome metabólico», reconoce.
Y añade: «La base de una buena salud pulmonar comienza en la infancia y el tener una función pulmonar reducida a los 25 años es un factor de riesgo para el desarrollo de otras enfermedades no respiratorias y mortalidad precoz. Esto enfatiza la necesidad de hacer espirometrías en edades mucho más jóvenes».