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El diagnóstico precoz de la displasia de cadera en niños evita la cirugía y las secuelas a largo plazo

La displasia de cadera es un trastorno del desarrollo musculoesquelético que, aunque no provoca dolor al nacer, puede tener consecuencias importantes si no se detecta a tiempo. Se produce cuando el fémur y el acetábulo –la cavidad de la pelvis donde encaja la cabeza femoral– no se desarrollan de manera adecuada, lo que puede generar desde una leve inestabilidad hasta una luxación completa.

El doctor Adolfo Díaz, especialista en Traumatología Infantil del Hospital Quirónsalud Málaga, explica que la displasia de cadera es un problema más común de lo que pensamos, pero también uno de los más tratables si se diagnostica pronto. “Un diagnóstico y tratamiento precoz es crucial para evitar complicaciones futuras, como dolor o artrosis de cadera en la edad adulta”.

La incidencia varía entre 1 de cada 100 y 1 de cada 1.000 niños, y suele afectar con mayor frecuencia a las niñas y a los bebés nacidos en presentación podálica (de nalgas). En la mayoría de los casos, si se detecta en los primeros meses de vida, puede corregirse con tratamientos ortopédicos no invasivos, que permiten que la articulación se forme de manera normal y sin necesidad de cirugía.

Cuando el diagnóstico llega tarde

En el Hospital Quirónsalud Málaga, el equipo de Traumatología Infantil atiende cada año a numerosos pacientes con esta patología. Uno de los casos recientes, recuerda el Dr. Díaz, fue el de una niña de seis años que acudió con cojera y dolor al caminar, además de presentar limitaciones funcionales que afectaban a su vida diaria.

Al realizar las pruebas de imagen se observó que existían cambios estructurales irreversibles en la articulación, lo que hacía inviable el tratamiento conservador, siendo la única opción posible era la cirugía correctiva

La intervención, realizada con éxito, permitió mejorar la estabilidad de la cadera y reducir el dolor, pero el especialista insiste en que un diagnóstico tardío disminuye notablemente las posibilidades de tratamiento sin cirugía. 

Este tipo de situaciones pueden prevenirse casi por completo con una exploración física cuidadosa y una ecografía de cadera en los primeros meses de vida, especialmente en aquellos bebés con antecedentes familiares o factores de riesgo.

Diagnóstico precoz, la mejor herramienta de prevención

El diagnóstico precoz de la displasia de cadera es fundamental. En la actualidad, los pediatras y traumatólogos cuentan con protocolos de cribado neonatal que permiten identificar la patología incluso antes de que el niño presente síntomas visibles.

A veces se aprecia una asimetría en los pliegues de la piel, una diferencia en la longitud de las piernas o cierta limitación para abrir las caderas al cambiar al bebé. Sin embargo, sólo una ecografía específica puede confirmar el diagnóstico con precisión.

La gran ventaja de la detección temprana es que permite iniciar tratamientos eficaces y poco invasivos, como el arnés de Pavlik, que mantiene el fémur en la posición correcta y favorece el desarrollo del acetábulo. En la mayoría de los casos, el uso continuado del arnés durante unas semanas o meses basta para corregir la displasia sin secuelas.

Cuanto más tarde se detecta la displasia, más complejos y menos efectivos resultan los tratamientos, pudiendo requerirse cirugías correctivas y generando consecuencias permanentes, como cojera, dolor crónico o limitación funcional”, advierte el especialista.

Prevenir para crecer sanos

El mensaje de los especialistas es claro: la prevención y las revisiones periódicas son la mejor herramienta para proteger la salud musculoesquelética infantil.

“Realizar una ecografía de cadera a tiempo puede marcar la diferencia entre un desarrollo completamente normal y una cirugía en el futuro”, recuerda el Dr. Díaz. La detección precoz no sólo evita intervenciones, sino que también asegura que el niño pueda disfrutar de una infancia activa, libre de dolor y con una movilidad plena.

El equipo de Traumatología Infantil de Quirónsalud Málaga sigue trabajando para ofrecer una atención basada en la innovación, la calidad y la cercanía, reafirmando su compromiso con el cuidado integral de los más pequeños desde su primer día de vida.