Receta de bizcocho de nata y frutas del bosque
Este bizcocho de nata y frutas del bosque seducirá a familia e invitados al primer bocado.
En estos días de comidas y de vacaciones nada mejor que dedicarle tiempo a la repostería. Este bizcocho de nata y frutas del bosque seducirá a familia e invitados al primer bocado. El postre es el elemento más importante de cualquier menú, podemos preparar una comida o cena con aperitivos fríos, unas ostras o una tabla de quesos con ibéricos. Después de un buen atracón con productos nacionales nos faltará el broche de oro, un buen bizcocho Es lo que recordaremos de la cena, los sabores dulces se quedan durante más tiempo en la memoria. Además, hay personas que esperan con ansia la llegada de este elemento. Si quieres sorprender y quedar bien, toma nota de este bizcocho de nata y frutas del bosque, el resultado es de pastelería.
Ingredientes:
- 230 gr de azúcar
- 4 huevos
- 350 gr de harina
- 16 gr de levadura
- 150 ml de leche
- 500 gr de nata para montar
- Mantequilla
- 200 gr de frutas del bosque
Para el almíbar:
- 50 gr de azúcar
- ½ vaso de ron
- 1 limón
- ½ rama de canela
- Agua
Cómo preparar un bizcocho de nata y frutas del bosque
- Este bizcocho de nata y frutas del bosque es más sencillo de lo que parece, lleva una masa esponjosa y suave que será la que le aporte la textura a un postre cargado de buenas sensaciones.
- La parte más complicada del bizcocho es buscar todos los ingredientes que necesitamos, los típicos de un bizcocho a excepción de la nata que le aportará la cremosidad necesaria para destacar.
- Lo que tardará más en estar listo será el almíbar, el elemento que le dará una cierta gracia a una base de bizcocho de nata convencional. Un buen almíbar como este tiene una base aromatizada con limón, canela y el ron que necesita un poco de tiempo para integrarse.
- Ponemos todos los ingredientes del almíbar, a excepción del ron en un cazo. Este ingrediente será el que le dé la gracia final, lo reservaremos de momento.
- Esperamos a que la mezcla empiece a hervir. Dejamos que hierva unos 3 minutos, pasado este tiempo, le añadimos el rol.
- A fuego lento el alcohol irá reduciendo con el resto de los ingredientes que adquirirán una textura cada vez más intensa. Retiramos del fuego cuando esté el almíbar listo.
- Dejaremos que se enfríe antes de colarlo y dejar esta parte tan importante de la receta lista. Con el almíbar listo preparamos los moldes de los bizcochos y el horno.
- Encendemos el horno, lo ponemos a 180º y esperamos a que coja temperatura. Mientras untamos dos moldes, si queremos hacer un bizcocho relleno de nata, del mismo tamaño.
- También podemos usar solo uno y partirlo por la mitad, aunque ya es más complicado que quede perfecto a la primera.
- Nos ponemos manos a la obra con el bizcocho, uno de los más sencillos del mundo, una especie de genovés suave que le dará la textura necesaria a este postre.
- Batimos los huevos con unos 200 gramos de azúcar, de esta manera se creará una especie de crema lista para la acción.
- Añadimos a esta crema poco a poco la leche hasta que tenga una textura suave que será la que le aporte la gracia al bizcocho. No pondremos levadura, pero igualmente, gracias a no dejar de remover con las varillas conseguiremos un resultado muy esponjoso.
- Llega el turno de la harina, la añadimos tamizada, podemos hacerlo directamente, colocamos el colador encima de la mezcla y la vamos incorporando sin dejar de remover.
- La harina puede ser integral, es una manera perfecta de añadirle un poco más de fibra a cualquier postre.
- Con la base sencilla y deliciosa lista, vertemos la masa en el molde o los moldes, dependiendo del tipo de bizcocho que queremos hacer.
- Horneamos a 170º durante unos 30 minutos. De esta manera conseguiremos un bizcocho de pastelería listo. Comprobamos que esté listo y lo retiramos del horno.
- Esperamos a que esté frío para continuar con la receta. Sea un solo bizcocho partido por la mitad o varios.
- Pinchamos con un tenedor hasta que el almíbar se impregne bien en la base de los bizcochos, de esta manera conseguiremos una textura más suave y dulce.
- La base estará lista para recibir el relleno de nata que haremos al momento. El secreto de una nata montada consistente es que esté muy fría, ponemos la nata y el bol en la nevera para que esté fría y se monte con más facilidad.
- Incorporamos el azúcar para que nos quede una nata montada perfecta con la que rellenaremos el bizcocho.
- Coronamos con un poco más de nata y decoramos con los frutos del bosque, podemos usar unas fresas, le darán color y sabor a este postre.
- Servimos muy fresquito de la nevera para conseguir disfrutar de uno de los postres más delicioso que existen. Un bizcocho de nata y frutos rojos triunfará en cualquier cena o comida familiar.
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