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Cómo saber si tienes adicción a la cafeína

La adicción a la cafeína es mucho más común de lo que parece, toma nota de estos síntomas y descubre si puedes llegar a depender del café.

La adicción a la cafeína es una de las más comunes y desapercibidas que existe. El olor a café mañanero es un ritual que se produce en casi todas las casas. Esta bebida energética tiene casi tanto seguidores como detractores. Es un elemento que el cuerpo empieza a necesitar pasado un tiempo, una especie de droga que, aunque no lo queremos reconocer acaba siendo un imprescindible. Conocer los síntomas de una posible adicción nos ayudará a determinar si realmente estamos enganchados a la taza de café o si se trata de un simple capricho pasajero. Toma nota de estos síntomas y analiza bien tu situación, ese amor por el aroma de café puede ser algo más intenso.

Claves para saber si tienes adicción a la cafeína:

  1. Los dolores de cabeza son un claro síntoma de que nuestro cuerpo necesita ese café diario que solemos tomar. La cantidad de cafeína que ingieres marca un poco el ritmo de esta adicción. Sin tomar un café diario o dos, el cuerpo puede reaccionar con dolores de cabeza. El efecto en sangre es similar al de una droga, el síndrome de abstinencia puede aparecer en forma de cefaleas intensas.
  2. El humor puede ser cambiante sin una taza de café. Levantarse con el ánimo por los suelos y cambiarlo de forma magistral con la llegada de un café puede ser algo demasiado recurrente. Si el café afecta nuestras emociones es que realmente se está produciendo una adicción, sin él nos sentimos deprimidos y con él, esa sensación de euforia y de alegría aparece.
  3. La concentración es un elemento que se ve afectado en todo tipo de adicciones. Sin el café los niveles de adrenalina bajan y sin ella la concentración es mucho más costosa. Este tipo de dificultades se producen por no tomar las cantidades de cafeína diarias a las que solemos estar acostumbrados.
  4. Hay una línea que separa el consumo habitual de una bebida y la adicción. A medida que el cuerpo se va acostumbrando a una cantidad puede necesitar más. Si vas aumentando las cantidades, puede ser un claro síntoma de que se está produciendo una adicción, una taza al día es más que suficiente.
  5. Sin café los niveles de ansiedad se disparan. La inquietud aparece y desaparece cuando no obtenemos los niveles de cafeína a los que estamos acostumbrados. La adicción hace que algo habitual se convierta en necesario, sin ella nos podemos sentir totalmente perdidos y deprimidos.