Bechamel: receta clásica, trucos y usos en la cocina
Prepara una bechamel perfecta con esta receta fácil. Descubre sus ingredientes, trucos para evitar grumos, variantes y los mejores usos en la cocina.
Bechamel sin mantequilla
Bechamel para croquetas
Bechamel en thermomix
La salsa bechamel es una de las salsas madre de la cocina clásica, originaria de la gastronomía francesa. Su textura cremosa y su sabor suave la convierten en el acompañante perfecto para una infinidad de platos.
Qué es la bechamel y para qué se usa
Desde lasañas hasta gratinados, pasando por verduras al horno, la bechamel es un aliado culinario que no puede faltar en tu recetario.
A continuación, te presentamos una receta sencilla para que puedas preparar esta deliciosa salsa en casa.
Ingredientes básicos para hacer bechamel
Para hacer una salsa bechamel básica, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 50 gramos de mantequilla
- 50 gramos de harina de trigo
- 500 ml de leche (preferiblemente entera)
- Sal al gusto
- Pimienta negra molida al gusto
- Una pizca de nuez moscada (opcional)
Cómo hacer bechamel paso a paso
- Comienza derritiendo la mantequilla en una cacerola a fuego medio. Es importante que no dejes que la mantequilla se queme, por lo que debes estar atento y remover constantemente.
- Una vez que la mantequilla esté completamente derretida, agrega la harina de trigo. Remueve bien con una varilla o cuchara de madera para que no se formen grumos. Cocina la mezcla durante unos 2-3 minutos, hasta que adquiera un ligero color dorado. Este paso es importante, ya que se trata de hacer un roux, la base de nuestra bechamel.
- A continuación, comienza a añadir la leche poco a poco, sin dejar de remover. Es recomendable que la leche esté tibia para que se mezcle mejor y no se formen grumos. Aumenta el fuego y sigue removiendo hasta que la mezcla espese y alcance la consistencia deseada. Esto puede tardar entre 5 y 10 minutos.
- Una vez que la salsa haya espesado, retírala del fuego y sazona con sal, pimienta negra y una pizca de nuez moscada si lo deseas. Prueba la salsa y ajusta los condimentos a tu gusto.
- La salsa bechamel está lista para ser utilizada en tus recetas favoritas. Si no la vas a usar de inmediato, cubre la superficie de la salsa con papel film para evitar que se forme una costra. Puedes guardarla en el refrigerador durante un par de días.
Información nutricional: 840 kcal
Tipo de cocina: Mediterránea
Tipo de comida: Salsas
Usos de la bechamel en la cocina
La bechamel es una salsa versátil en la cocina. Se usa en lasañas para aportar cremosidad y ligar los ingredientes. También es clave en croquetas, proporcionando una textura suave al relleno. En gratinados, como coliflor o patatas, crea una capa dorada al hornear.
Se emplea en canelones, soufflés y como base para otras salsas, como la Mornay. Además, puede enriquecer verduras, carnes o pescados, dándoles un toque cremoso y delicioso. Su sabor neutro la hace muy adaptable.
Errores comunes al hacer bechamel y cómo solucionarlos
Grumos en la salsa
Uno de los errores más frecuentes es la aparición de grumos en la bechamel. Esto suele ocurrir si se añade la leche fría a la mezcla de harina y mantequilla. Para evitar esto, calienta la leche antes de incorporarla y bátela enérgicamente mientras la agregas a la mezcla. También puedes tamizar la harina para asegurar una textura más suave.
Sabor a harina cruda
Si la harina no se cocina lo suficiente, la bechamel puede tener un sabor a harina cruda. Para solucionarlo, asegúrate de cocinar la mezcla de mantequilla y harina (roux) durante al menos dos minutos antes de añadir la leche. Esto ayudará a eliminar el sabor a crudo y a potenciar el sabor de tu salsa.
Bechamel demasiado espesa o líquida
Es importante conseguir la consistencia adecuada. Si tu bechamel queda demasiado espesa, puedes añadir un poco más de leche caliente para aligerarla. Si, por el contrario, está demasiado líquida, deja que hierva un poco más a fuego lento, removiendo constantemente, para que espese.
No remover constantemente
La bechamel requiere atención. Si no remueves la mezcla constantemente, corres el riesgo de que se pegue al fondo de la olla y se queme. Utiliza un batidor de mano para asegurarte de que la mezcla esté bien integrada y cocida de manera uniforme.
Cómo conservar la bechamel y reutilizarla
Para conservar la bechamel, guárdala en un recipiente hermético en el refrigerador durante un máximo de tres días. Para evitar que forme costra, cúbrela con papel film en contacto con la superficie. Si necesitas almacenarla más tiempo, congélala hasta por un mes. Al reutilizarla, caliéntala a fuego lento, removiendo y agregando un poco de leche si espesa demasiado. Puede usarse en croquetas, gratinados o como base para nuevas salsas, aprovechando su versatilidad en la cocina.
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- Recetas de salsas
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