Javier Cárdenas te lo cuenta. A Ximo Puig le da igual que su hermano esté imputado, la da más dinero de la Comunidad y sin ninguna vergüenza. El Gobierno valenciano sigue regando con subvenciones a las empresas del hermano de Ximo Puig, el empresario castellonense Francis Puig que paradójicamente está imputado por supuestas irregularidades en la obtención de ayudas públicas.
La Dirección General de Política Lingüística, en manos de Compromís, acaba de aprobar la concesión de las nuevas subvenciones para el fomento del valenciano en medios de comunicación, en una convocatoria en la que las firmas de Francis Puig logran casi 154.000 euros. La resolución, publicada en la web de Política Lingüística, da cuenta del dinero concedido a las dos empresas del hermano de Puig: Comunicacions dels Ports y Mas Mut Produccions.
En el caso de la primera, logra 57.825 euros en la modalidad de prensa escrita no diaria, 38.115 en la de radio y 26.454 en la de televisión. Por su parte, a Mas Mut Produccions se le adjudican otros 31.520 euros por la difusión del valenciano en la categoría de medios en línea. Ambas empresas han llevado al hermano del presidente valenciano a tener que sentarse ante el juez tras una querella del PP, en la primera causa judicial que salpica directamente al entorno del barón socialista.
En su primera declaración como investigado el pasado mes de mayo, el empresario castellonense admitió lo que ya había denunciado la Guardia Civil: la existencia de facturas duplicadas para optar a subvenciones para el fomento de la lengua tanto de la Generalitat Valenciana como de la catalana.
Las nuevas ayudas concedidas a Francis Puig, sin embargo, no son una excepción en la obtención de financiación pública por parte de sus empresas. Comunicacions dels Ports se hizo también recientemente con un contrato de 120.000 euros de la radiotelevisión pública valenciana À Punt. Esta firma fue multada por la Comisión de Defensa de la Competencia de la Comunidad Valenciana por montar un «cártel» junto a las empresas de los socios de Francis Puig para llevarse un concurso de À Punt, que fue la que dio la voz de alarma y denunció el intento de amaño.