País Vasco
Prisión de Martutene

El infierno de la cárcel de San Sebastián: agresiones a funcionarios y amenazas de muerte «por Alá»

Navidad trágica en la cárcel de Martutene (San Sebastián). Los funcionarios se han tenido que enfrentar a agresiones muy peligrosas por parte de los reclusos, amenazas de muerte al grito de «¡Os vamos a matar por Alá!», y varias sobredosis por ingesta de pastillas. Así lo denuncia el sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) que considera los hechos como «graves incidentes».

El relato es aterrador. Ya el día 11 de diciembre 2022 se desató la violencia extrema con una dura patada de un interno a un funcionario en las lumbares. Posteriormente, estas navidades se han producido varias sobredosis de internos por ingesta de pastillas que han obligado a la entrada a esta prisión de personal sanitario del exterior. Estos profesionales optaron por evacuar a los internos en ambulancia medicalizada, quedando hospitalizados.

A continuación, el 3 de enero, un funcionario recibió fuertes golpes por parte de un interno en la cabeza que le han producido numerosas contusiones. Así se puede comprobar en las fotografías que publica OKDIARIO. Uno de los golpes llegó a la frente a riesgo de afectar al cráneo y otro acabó en el cuello en plena yugular.

Ese mismo día por la tarde dos internos a los que se iba a aplicar una reducción de su régimen penitenciario espetaron a los funcionarios: «Os vamos a matar, por Alá que os matamos y luego nos colgamos». En los últimos meses, se está registrando un incremento en los yihadistas que ponen en su punto de mira a los trabajadores de los centros penitenciarios.

Posteriormente, varios reclusos han destrozado una silla con la que amenazan a los funcionarios y empujan a uno de ellos. Uno de estos internos también se ha autolesionado con una cuchilla y cuando los funcionarios se lo intentaban quitar el interno amenazaba con cortarles.

A continuación, el día 4 de enero, otro episodio grave en este infierno. Esa fría mañana se desata una pelea entre internos que obliga a trasladar a uno de los implicados al centro hospital más cercano tras comprobar que tenía heridas de consideración.

Prisión de Martutene, en San Sebastián.

«Desde hace 15 meses que se produjo el traspaso de la competencia de prisiones al Gobierno Vasco, los funcionarios padecemos una falta de personal que no ha sido solventada por la Administración Vasca», lamentan las fuentes consultadas.

La política de personal desde que el Gobierno de Pedro Sánchez confió este asunto en el Ejecutivo regional del PNV ha consistido, en el Centro Penitenciario de Martutene, en movimientos de funcionarios del área de Vigilancia Interior al área de Oficinas y al área Mixta «sin ningún tipo de convocatoria oficial». Las vacantes generadas por estos movimientos han sido reemplazadas por horas extras como nunca se había visto. Del mismo modo, se ha permitido que funcionarios del área de Interior realicen horas extras en el área de oficinas, «lo que claramente contraviene la legalidad vigente», a ojos del citado sindicato.

En definitiva, una enorme carga de trabajo para estos funcionarios que tienen un trabajo de riesgo. Como ejemplo, una oficina donde deberían estar trabajando tres funcionarios, en realidad asume toda la carga de trabajo un solo funcionario.

Además, las instalaciones son defectuosas. Tal como lamentan, las celdas destinadas a los internos más peligrosos o que han protagonizado algún incidente grave, carecen de «cangrejos» –cancelas de seguridad imprescindibles para garantizar la seguridad de los funcionarios–. El 2 de diciembre, este sindicato, por registro oficial, solicitó la instalación de las mismas a la Dirección. También se solicitó la instalación de cristales de seguridad en todas las mirillas de las puertas de las celdas del centro con la finalidad de evitar agresiones en los recuentos de la población penitenciaria.

Uniformes

Por otra parte, el sindicato TAMPM afea que «desde hace 15 meses los funcionarios de prisiones del gobierno vasco no reciben uniformes ni guantes de cacheo». «Son numerosos los funcionarios que se están comprando prendas del uniforme pagadas de su bolsillo», lamentan.

En este contexto, los trabajadores exigen cuestiones claves como «la equiparación salarial con los funcionarios de prisiones de Cataluña, que se nombre autoridad a los funcionarios (como ocurre con los sanitarios, profesores e incluso conductores de autobús), que se reconozca a los funcionarios de prisiones del Gobierno Vasco un sector propio (como tiene la Policía Autónoma Vasca, la Ertzaintza) y, entre otros, el mantenimiento de los 16 días extras».

También piden con urgencia que «en el Centro Penitenciario de Martutene  se instalen por seguridad ‘cangrejos’ en el departamento celular y cristales de seguridad en cada una de las mirillas del centro penitenciario, que se dote a la plantilla de los centros penitenciarios dependientes del Gobierno vasco de uniformes y guantes de cacheo y que se cubran las vacantes producidas en el último concurso de traslado en los Centros Penitenciarios de Basauri, Zaballa y Martutene a la mayor brevedad posible».