Opinión

Son Banya le estalla en la cara a Hila

Mientras Més y el PSOE juegan a la farsa de fingir que están enfrentados uno con otro por culpa del desmantelamiento de Son Banya, lo único cierto es que la polémica del poblado narco le ha estallado en la cara a José Hila, que como buen socialista sigue fiel a su política de prometerlo todo y no cumplir nada. Cuando acabe la legislatura será más sencillo juzgar al alcalde por lo que ha hecho que por lo que no. Se acabará muchísimo antes.

Todavía resuenan las promesas del Pacte municipal que garantizó que Son Banya se convertiría en un solar en esta legislatura. Mentiras, mentiras y más mentiras. Como no ha tenido más remedio que reconocer hoy Hila, el desmantelamiento se aplaza «hasta la próxima legislatura». ¿De qué se trata? De ganar tiempo. Eso sí, mientras tanto Palma está adornada, en plena crisis climática, con la mayor profusión de luces navideñas de toda la historia, con un coste «moderado» de un millón de euros. Ni ahorro energético ni contención de gasto. El Pacte es un contrasentido en sí mismo.

Por supuesto no hace falta hincar el dedo en la herida y recordar lo que supone contar con un poblado narco que no sólo es un enorme peligro para la seguridad de la ciudad, sino que supone un foco de pobreza y exclusión social para los habitantes de las chabolas entre los que, por cierto, se cuentan casi 200 niños que, por supuesto, no están ni escolarizados, y que crecen en unas condiciones infrahumanas que luego, además, determinarán su personalidad como adultos. Es en eso en lo que debe invertirse el dinero municipal, no en adornos navideños excesivos o en promociones de chiringuitos catalanistas.

En definitiva, que se va a llegar a fin de año y no sólo sigue sin haber plan de realojo para los habitantes de Son Banya, sino que ni siquiera se cuenta con un censo actualizado del poblado. Eso sí, a ganar tiempo nadie le gana a Hila, que será mucho más recordado por sus mentiras que por sus hechos. Socialismo puro y duro, en definitiva.