Opinión

La sentencia sobre el aborto queda en el limbo tras el asalto al Constitucional

El asalto del Gobierno al Tribunal Constitucional a través de la modificación de la ley que permitirá al CGPJ hacer nombramientos pese a estar en funciones, garantizándose así Sánchez una mayoría afín en el TC sin alcanzar un pacto con el PP, va tener como consecuencia inmediata que el órgano intérprete de la Carta Magna dilate todavía más su sentencia sobre la ley del aborto del Gobierno de Rodríguez Zapatero. Dicha sentencia, que podía tumbar aspectos sensibles de la norma, iba a hacerse pública a mediados de julio, pero la renovación por la fuerza del Tribunal Constitucional ha cambiado el calendario abruptamente y volverá a aplazarse. Ahora que el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha derogado el derecho al aborto que establecía protecciones jurídicas para que las mujeres pudieran interrumpir voluntariamente su embarazo hasta que el feto fuera viable, se esperaba con expectación el pronunciamiento del TC, pero la nueva situación derivada de la renovación parcial del tribunal perpetrada por Pedro Sánchez obligará a posponer el fallo.

El Ejecutivo ya no disimula y su estrategia de ocupación de las instituciones ha llegado a un punto de no retorno. Lo que pretende hacer con el TC es quebrar el consenso por la vía de cambiar con urgencia la ley y garantizarse así Pedro Sánchez una mayoría afín en el Constitucional, sin necesidad de pactar con el principal partido de la oposición. Se da la circunstancia de que el mismo Gobierno de Sánchez ya renovó, también por la vía de urgencia, la ley del Poder Judicial, pero para hacer exactamente lo contrario de lo que pretende ahora; es decir, para limitar sus atribuciones en el tiempo de interinidad. Y es que entonces lo que Sánchez buscaba es evitar que se pudieran hacer nombramientos en la cúpula judicial. Dicho de otro modo: Sánchez es capaz de cambiar el sentido de una ley tantas veces como le convenga.