Opinión

Sánchez, desbordado ante la rebelión fiscal de los barones socialistas

La política fiscal del Gobierno ha terminado por levantar los ánimos de los barones socialistas, que ante la bajada fiscal anunciada por las comunidades del PP temen que si Sánchez sigue con su estrategia de subir los impuestos serán carne de cañón en las próximas elecciones autonómicas de mayo. Y es que son conscientes de que pueden pagar los platos rotos. Por eso, el anuncio del presidente valenciano, Ximo Puig, de aliviar la presión fiscal a las rentas medias y bajas, de menos de 60.000 euros, reduciendo el tramo autonómico del IRPF y aumentando las deducciones fiscales, ha sido visto como un movimiento de rebelión ante el totalitarismo fiscal del Gobierno socialcomunista.

No lo dice OKDIARIO, sino el propio Ejecutivo que ha salido a descalificar la medida del barón socialista. Lo cierto es que otros presidentes autonómicos del PSOE pueden seguir sus pasos en los próximos días. Y eso que hasta hace nada seguían, a regañadientes, las consignas del Gobierno y cargaban contra el PP con el mantra de que sólo beneficia a los ricos. Lo que ha pasado es que manejan encuestas y son conscientes de que esa guerra la tienen perdida. Y saben que la mayoría de los españoles son partidarios de que se bajen impuestos. Castilla-La Mancha y Aragón pueden ser las próximas comunidades que se sumen a una bajada de impuestos, mientras el Gobierno de Sánchez baraja todo lo contrario.

A Sánchez la rebelión de los barones le ha roto el mensaje de que el PP sólo beneficia a los ricos, porque va a tener muy difícil mantener su consigna de que bajar los impuestos es algo inconveniente en estos momentos. Los barones saben que esa teoría les aboca a una derrota sin paliativos en los próximos comicios y, por eso, han decidido -con matices- copiar las propuestas fiscales del PP. Por decirlo de otro modo: su mayor enemigo, en estos momentos, es el propio secretario general del PSOE. O sea, Pedro Sánchez.