Sánchez asalta RTVE pasando por encima de un centenar de muertos

Sánchez RTVE

Resulta sencillamente obsceno que el PSOE y sus socios, a excepción de Compromís, se saltaran las más elementales normas del decoro y la dignidad para pasar el rodillo y aprobar la reforma que cambia las mayorías para renovar el consejo de administración de RTVE. En mitad de la tragedia, con decenas de muertos a causa de la DANA más letal del siglo que ha devastado poblaciones enteras de Valencia, Cuenca y Albacete, con el país conmocionado, Pedro Sánchez decidió que no hay motivo alguno para aplazar su asalto a la televisión pública. Eso sí, se suspendieron las preguntas al Gobierno de la oposición en señal de duelo, pero el duelo terminó para que el PSOE y sus socios se repartieran el botín.

No se trata de perder el tiempo denunciando el perfil de los elegidos para el nuevo consejo -reconocidos sanchistas, zapateristas y separatistas-, sino de constatar que Pedro Sánchez ha convertido a RTVE en su coto privado y ha dado la puntilla, con sobresaliente infamia, a la pluralidad. TelePedro echará a rodar para blindar al Gobierno y a su presidente. Las formas con las que se ha perpetrado el asalto -en plena tragedia nacional- y el fondo de la reforma son la expresión más cabal de la ignominia, pero nada ni nadie (ni siquiera decenas de muertos) van a frenar el plan del jefe del Ejecutivo de convertir a la democracia española en una caricatura de sí misma. Por cierto, el socialista encargado de defender la reforma fue un diputado por Valencia, epicentro de la tragedia. El colmo de la infamia.

El totalitarismo cursa así, despreciando a los muertos para garantizar el asiento de los muy vivos consejeros que se dedicarán con ahínco a preservar la continuidad del sanchismo. Todo tan infecto que provoca escalofríos. Podía haberse esperado unos días -tiempo tenía- para consumar el asalto a RTVE, pero el autócrata de la Moncloa tiene mucha prisa: la justicia aprieta, la corrupción rodea a su familia, su gobierno y su partido y urge controlar la televisión pública por lo que pueda pasar.

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